En un estudio realizado por Spencer Stuart fueron encuestados más de 1.000 ejecutivos y se encontró que en los últimos 12 meses más del 75 por ciento había explorado nuevas oportunidades, y cerca del 25 por ciento hizo un cambio.
Es posible que este censo esté sesgado hacia los ejecutivos más idóneos, en gran demanda por la situación del mercado de hoy, pero los factores mencionados a continuación son válidos para cualquier ejecutivo moderno.
Entre los principales motivos para estudiar y aceptar nuevas oportunidades se encontró:
En primer lugar, con el 44 por ciento de los sondeados, la percepción es que su empresa no muestra interés en ofrecer excelencia. En segundo lugar, el 38 por ciento se fijó en la degradación de los objetivos y ambiciones de su compañía en las condiciones actuales del mercado. La preocupación se concentra en torno a la manera en que ocurre la degradación y a la falta de énfasis en el crecimiento.
En este contexto, el mayor reto de las empresas es hacer atractiva su organización. Los trabajadores son cada vez más exigente, quieren sentirse cómodos y hacer una diferencia tangible.
Si bien un salario mayor es un señuelo fácil y otra empresa puede ‘comprar’ sin dificultad a un empleado, por lo general la gente analiza las cosas más a fondo y las ofertas atraen más fácilmente al empleado insatisfecho.
En la sociedad moderna, en constante transformación, la gente cambia de puesto no sólo por un mayor salario, sino por ‘el paquete completo’. Los ejecutivos van en pos de la cultura corporativa. Les interesa un estilo de vida; buscan carrera y alta gerencia con ideas de avanzada y oportunidad de aporte.
El estudio demuestra que entre los factores que hacen un empleo más atractivo se encuentran: ambiente empresarial creativo, variedad de desafíos, satisfacción laboral, estrategia y dirección claramente articuladas, y cultura y valores fuertes.
Esto pone de relieve otra gran tendencia: los ejecutivos manejan hoy sus carreras, en forma mucho más proactiva y prefieren la opción de administrar su futuro profesional.
Álvaro Cadavid
Director de Spencer Stuart