La OIT afirma que en el mundo existen 168 millones de niños trabajando en condiciones de ilegalidad.
El problema no es menor para Colombia. Según cifras del Ministerio de Trabajo 1.039.000 niños en Colombia durante el 2014 se encontraban trabajando en condiciones de ilegalidad.
Pese a que la agricultura tiene una de los porcentajes más altos (34 %) sólo superado por el Comercio, hay sectores como el floricultor agremiado que están totalmente comprometidos con esta problemática.
Desde hace más de 10 años el sector floricultor viene trabajando en su erradicación por medio de programas de responsabilidad social de alto impacto enfocados en la educación y en el esparcimiento.
Los objetivos de los programas de responsabilidad social frente a la erradicación del trabajo infantil están enfocados a tratar tres de los aspectos más importantes de la problemática: el primero de ellos la generación de ingresos y el cambio cultural en las familias, el segundo evitar la deserción escolar y el tercero la pérdida del derecho a la recreación.
Con estos objetivos claros, el sector floricultor agremiado ha implementado tres de sus principales programas de responsabilidad social: Cultivemos La paz en Familia, que busca transformar la visión de las familias frente al trabajo infantil, el programa de Inclusión Laboral que invita a los adultos de los grupos familiares inmersos en el trabajo infantil a reemplazar con su salario los ingresos percibidos por los niños, y el de kits escolares que motiva a los niños a mantenerse en el sistema educativo y disminuye la deserción escolar, para finalmente restablecer el derecho de los niños a la recreación implementando las escuelas deportivas rurales.
“Éste es un problema en donde todos como sociedad debemos actuar”, asegura la directora de Responsabilidad Social de la entidad gremial.
En diciembre de 2014 Asocolflores junto con otras 13 empresas se unieron a la iniciativa de la Red Colombia contra el Trabajo Infantil, una alianza público-privada, que busca contribuir a la prevención y erradicación del trabajo infantil y sus peores formas en las empresas de Colombia, sus cadenas de abastecimiento o suministro y sus áreas de influencia.
“El sector floricultor es consciente de la importancia del tema y por ello hace parte de este pacto aportando su conocimiento y experiencia, fruto de los esfuerzos y resultados obtenidos con los trabajadores de flores a través de los diferentes programas que han logrado concientizarlos de la gravedad del problema e igualmente les han brindado nuevas herramientas, oportunidades y espacios para que sus hijos se puedan desarrollar como niños, se mantengan en el sistema educativo y de esta manera contribuyan con el desarrollo social y económico no sólo de sus familias y comunidades, sino también del país. El próximo 12 de junio celebraremos el día Mundial contra el Trabajo Infantil. Es la oportunidad que tienen las diferentes organizaciones para unirse a esta red y que de manera conjunta aportemos nuestro conocimiento y experiencia dentro de nuestras organizaciones y sectores frente al tema de la erradicación del trabajo infantil”, concluye Mejía.