Frente al gran optimismo que había en la economía mundial al final de 2018, los acontecimientos que han tenido lugar este año han cambiado por completo el panorama, tanto así que se espera que a mediados del próximo año inicie un periodo de fuerte desaceleración.
Así lo afirma David Lafferty, jefe de estrategia de mercado de Natixis, quien afirmó además que el país en estos momentos es atractivo para la inversión, pero que el presidente Iván Duque tiene que avanzar en las reformas necesarias.
¿Cuál es su visión general de la economía mundial?
Creo que para el corto plazo los fundamentos son muy sólidos, con una economía en Estados Unidos que lo está haciendo muy bien, Europa también y China que se desacelera pero por una razón. Pero otra cosa ocurre en 2019 y 2020, en los que vemos frenos.
En EE. UU. hay un gran estímulo por los recortes de impuestos, que empezarán a reducir un poco, y hay otros aspectos como el Brexit que puede ser potencialmente un choque para la economía global. Tenemos la tensión comercial, el precio del petróleo, el problema con Irán o la política de la Fed. Estas variables individualmente no deberían afectar tanto, pero juntas harán que la economía mundial se desacelere en la segunda mitad de 2019.
¿Cómo explica los récords en Wall Street en medio de esta tensión geopolítica?
Esto muestra que hay una desconexión entre la gente comprando y vendiendo acciones, y los que leen los periódicos. A pesar de que hay un alto riesgo político, la tendencia la mueve la visión de fortaleza de la economía mundial y las grandes ganancias de las empresas, las cuales fueron de más de 20% en EE. UU.
¿Cree que a Donald Trump le gusta saber que puede mover el mercado?
Claramente sabe que eso es así. De hecho, él representa las dos tendencias que hemos hablado: su reforma fiscal y la desregulación han sido un gran impulso para el crecimiento de la economía (aunque con Obama la tendencia ya era positiva), pero Trump también es gran parte de la volatilidad. Creo que le gusta ser capaz de dirigir los mercados.
¿Ya se puede cuantificar mejor el impacto de la guerra comercial?
Es algo muy difícil. Mucha gente en EE. UU. tiene la idea de que los chinos tienen mucho más que perder que nosotros, pero esta es una forma muy ingenua de verlo porque el comercio debería ser beneficios para todos. Sí, es posible que China pierda más, pero Estados Unidos también sufrirá, y eso no significa que vamos a ganar la guerra comercial.
¿Qué pasará si sigue el ‘ojo por ojo’ entre ambos?
Hay dos frentes, uno es la relación con México y Canadá, y el otro es con China. El TLCAN ha presentado avances, todavía falta mucho, pero al menos parece que la tensión en Norteamérica es menos problemática. Pero ese no es el caso con China, las negociaciones no han logrado casi nada y han llevado a fuertes retaliaciones y amenazas. Muchos piensan que si se logra el TLCAN, eso dará ventaja sobre China, pero no creo que sea tan simple, China tiene más formas para hacer daño.
¿Y con la UE?
Creo que, para muchos, la renegociación del TLCAN se va a convertir en una plantilla interesante para otros procesos. Realmente se puede esperar que el TLCAN tenga pocos cambios, pero Trump lo podrá vender como una gran victoria logrando pocas cosas nuevas. Si tiene éxito con esto, puede intentar aplicarlo a Europa con algo parecido. Pero la UE no va a aceptar nada que sea malo para ellos.
Eso sí, a los europeos debería preocuparles Donald Trump, pero es mucho más preocupante el Brexit, porque el comercio en el contiene es el corazón de su crecimiento. Tendrán presión para lograr un acuerdo con EE. UU., pero deberían decirle a Trump que lo renegociarán, pero será algo después del Brexit.
¿Cree que habrá acuerdo para el Brexit?
Desde el principio ha sido difícil ver cómo Reino Unido va a negociar un pacto que no ofrece beneficios y en el que realmente no tiene mucho que plantear. La UE ha tenido problemas con otros países, por lo que es muy complicado ser flexible con Reino Unido cuando hay otros que podrían pedir salirse del bloque.
Esto me hace pensar que no sé por qué los británicos podrían obtener un buen pacto con la UE: todavía proporcionan una gran parte del presupuesto y la UE tiene que ir muy duro como una amenaza contra los demás. Además, cabe resaltar que la UE tiene todo el poder y está unida, mientras que Reino Unido está totalmente dividida y sin posición de fuerza, por lo que los términos serán muy perjudiciales. A menos que se queden, enfrentarán fuertes choques y será mucho más negativo para su economía que para la UE.
¿Qué probabilidad hay de una recesión mundial?
Claramente habrá una recesión en Estados Unidos, los ciclos siempre se acaban. La pregunta es si habrá una recesión en 2019 o en 2020 o 2021. Ahora mismo creo que hay fundamentos para que el crecimiento dure hasta más allá de 2020 antes de hablar de recesión.
Lo que sí preocupa un poco más es el cambio de las expectativas. Si todo el mundo va creciendo y gradualmente empieza a caer, incluso solo una desaceleración puede afectar gravemente a los mercados, es decir, no se necesita una recesión para ver una gran venta de activos internacional.
¿La economía está mejor que hace 10 años?
Si hablamos de EE. UU., ya estamos construyendo casas como en 2007, invirtiendo de más en capacidad y construyendo demasiados carros, por lo que hay muchos excesos, y eso es lo que lleva a la recesión. Eso sí, creo que si llega no será tan profunda como lo fue.
No obstante, estoy preocupado porque la capacidad de política monetaria no es tan grande como la que había en ese momento, tenemos una deuda mucho más grande y no tenemos tanta flexibilidad. En ese momento la tasa de la Fed era del 4% y ahora no estamos ni en el 2%, y los bancos tienen demasiados activos como para volver a ejecutar un estímulo. La recesión no será tan dura, pero no tenemos tanto poder para luchar contra ella.
¿Está preocupado por la crisis de los emergentes?
No realmente porque veo una gran diferencia entre los emergentes, entre los que han implementado las reformas necesarias, frente a los que no lo han hecho. Argentina y Turquía tuvieron la oportunidad de enfrentar sus desbalances y no lo hicieron, lo que dista mucho de lo que vemos en México o Colombia.
El nuevo gobierno de Colombia tiene la oportunidad de continuar las reformas que ya se están desarrollando y promover otras nuevas. Al final, la estabilidad y la seguridad es lo que atrae el capital en el país, y Colombia necesita atraer capital porque aún tiene un alto déficit de cuenta corriente alrededor del 3%.
Con todo esto, Colombia es un lugar atractivo porque tiene buenas cifras ahora, pero si no se toman varias decisiones difíciles hoy, en tres años podría estar en la misma situación que Argentina o Turquía. Se necesita seguridad, una reforma de la educación, energética, pensional, mantener la competitividad de las exportaciones, todo lo que puede generar más productividad a largo plazo.
Rubén López Pérez