Uno de los sueños de los pequeños empresarios es poder exhibir sus productos en las grandes vitrinas del país. Más de un millar de ellos lo han podido hacer a través de la gestión de la Promotora de Comercio Social (PCS), una entidad nacida hace tres décadas y que sirve de enlace entre estos y los grandes almacenes de cadena. La directora de esta corporación, Luz Mónica Pérez, cuenta acerca de los principales logros y desafíos de esta labor.
¿Cómo nacieron ustedes?
Esta es una entidad sin ánimo de lucro. La figura jurídica es la de una corporación que nació hace 32 años en Medellín, pero hoy tiene presencia también en toda Colombia e internacional, porque exportamos. El origen es muy bonito. Algunas organizaciones, entre las cuales están Actuar Famiempresas (hoy Interactuar), Codesarrollo (actualmente Socya), Cámara de Comercio de Medellín, Sena y Fenalco, se juntaron para crear una institución, porque vieron una debilidad y reto de las pymes, que aún se mantiene, como el acceso a mercados.
¿Quiénes son sus beneficiarios?
Según el Ministerio de Comercio y el Dane, el 90% del aparato productivo colombiano está constituido por pymes, que generan alrededor del 35% del PIB y el 80% del empleo, siendo una fuerza muy relevante. Nosotros trabajamos principalmente con micro y pequeñas empresas (las primeras son las que tienen menos de 10 empleados y menos de $300 millones en activos) y con las pequeñas empresas (entre 11 y 50 empleados). Cuando estas agotan su mercado natural, comienzan a buscar otras plazas.
¿Cómo comienza esa relación tan estrecha con el Grupo Éxito?
Desde el inicio, Almacenes Exito, con Gustavo Toro a la cabeza, expresaron su interés en comprarles a estos empresarios; sin embargo, vieron que se necesitaba una organización intermedia que ayudara a preparar a los microempresarios. Eso es la Promotora de Comercio Social.
El Grupo Éxito es nuestro principal aliado comercial, hace 32 años representaba el 99,9% de las ventas, y hoy tenemos un portafolio con alrededor de 20 categorías que van desde alimentos, productos de Navidad, hogar, vestuario, textil, marroquinería, etc.; su participación oscila entre el 55% y el 60%, lo que quiere decir que hemos diversificando.
¿Con quién más tienen alianzas?
Tenemos más de 50 clientes. Además del Éxito trabajamos con Home Center, Alkosto, Cencosud (en formatos de Jumbo, Metro e Easy) y Ara. En el mercado exportador, tenemos dos clientes en España y Francia.
¿Qué hacen propiamente?
A nosotros llega un microempresario con un producto y evaluamos si está listo para comercializar en un mercado más allá del natural. Si es para acceder al retail, revisamos que cumpla con toda la normatividad (si es alimento que tenga la tabla nutricional o cuente con el código de barras, que la etiqueta tenga todas las especificaciones de peso, diseño, etc.) y si hace parte de una colección tenga el concepto, porque hoy la gente compra experiencias.
Buscamos que se vuelvan autosostenibles. Como somos una especies de incubadora, los acompañamos, con la idea de que funcionen solos. La intención es que una microempresa se vuelva en pequeña empresa y una pequeña se convierta en mediana, y posteriormente comercialice de manera directa.
¿Cómo ha evolucionado su trabajo?
Lo que ha pasado es que ha ido migrando, de ser una institución de orden local nacida en Medellín, a ser de orden regional, nacional y hoy con cobertura internacional, porque tenemos una línea de exportaciones, donde vendemos alrededor de $2.200 millones hacia afuera.
¿A cuántas empresas atienden?
Trabajamos con cerca de 1.200 microempresas, de las cuales el 65% comercializa sus productos. El año pasado vendimos $22.700 millones y este año, a pesar del mal momento de la economía, vamos a cerrar en $24.000 millones, con un crecimiento del 5%.
Los pequeños proveedores se quejan de las condiciones que les imponen los grandes almacenes.
Cuando dicen que el retail los sacó resulta que el que saca es el consumidor. Un formato de estos lo que busca es que el producto rote y nosotros lo que hacemos es acompañar a los microempresarios en esa gestión; revisar cuál está preparado y cuál no. Este es un mercado muy exigente: los volúmenes de producción y la necesidad de capital de trabajo son mucho mayores, porque no es lo mismo yo atender un almacén donde vendía un número especifico de unidades a tener una presencia enorme.
¿Cuáles son los principales escollos de los microempresarios?
Hemos identificado varios retos: uno es la planeación a largo plazo, porque la mayoría se quedan en el corto plazo, apagando incendios y son toderos; otro es el capital de trabajo, porque entre más crezcan van a necesitar liquidez y por eso hay tantas instituciones de microcrédito que acompañan emprendimientos. Un asunto adicional e importante, en el cual actuamos, es el acceso a mercados a nivel local e internacional, y otro es la capacidad de producción, lo que implica que si te piden más, toca tener una maquinaria mas sofisticada. Además, los tiempos de la innovación en estas firmas no van al ritmo de lo que puede hacer una gran compañía, que saca 20 a 30 productos en un año mientras que la microempresa tendrá capacidad para uno o dos.
¿Qué proyectos están desarrollando?
Estamos revisando qué tanto representamos para cada microempresario. Para unos podemos ser el 50%, para otros el 60% y para otros el 20%. La idea es que no haya dependencia absoluta, porque si el mayor cliente es el retail, si este se contrae se afecta la microempresa.