Los coletazos de la medida 232 de Estados Unidos con los aranceles al acero, con la llegada del producto desde China y Turquía, ha hecho que la Asociación Latinoamericana del Acero, Alacero, realice monitoreos más exhaustivos acerca de las importaciones regionales.
En su presentación en el marco del Congreso de Alacero en Cartagena, Francisco Leal, director ejecutivo de esta asociación, dijo que las importaciones chinas mantienen una alta participación en el consumo de acero, representando actualmente el 9% y que Colombia es uno de los países más afectados, dado que el año pasado dichas compras externas representaron más del 17%.
¿Qué temas abordaron durante el Congreso de Alacero en Cartagena?
Los temas más importantes tuvieron que ver con el desarrollo del comercio en Latinoamérica, la interacción con economías como China y Turquía después de la norma 232 de Estados Unidos, como una derivación del comercio de forma indirecta al momento en que ese país no tienen cupo. Tenemos que proteger a nuestra industria local y regional por este tema. También se habló de la competitividad de nuestra industria, al igual que los aspectos económicos y macroeconómicos regionales. Por otro lado, presentamos una nueva imagen como industria para promover el uso de acero como un material 100% reciclable y que va de acuerdo a la economía circular y las nuevas tendencias tecnológicas, como la industria 4.0.
¿Qué ruta debería tomar la región y Colombia en los temas de protección para que no nos inundemos de acero chino?
Alacero ayuda mucho a los comités y cámaras siderúrgicas de cada país. Ellos a su vez tienen que ir con el Gobierno y fomentar un cambio de legislación o medidas de protección directamente. Alacero provee información sobre importaciones, de qué países provienen, cómo han crecido y cómo han afectado a la industria en la región.
En el caso de Colombia, ya hay peticiones al Gobierno para protección contra productos específicos y que derivaron de esta información. Últimamente se está registrando en esos sistemas de importaciones una oleada muy grande que viene de Asia, sobre todo de Turquía y de China, derivado de la norma 232.
¿Qué perspectivas tienen sobre este tema para el próximo año?
Esperamos que cada gobierno apoye a la economía de su país. Tenemos en proceso 66 medidas de protección en la región. Y de esas, 44 son contra China.
Colombia tiene específicamente nueve en proceso y ocho contra China. Lo que esperamos es que el Gobierno nos ayude para que se pueda legislar y ser congruente con la tendencia que ha marcado ahora Estados Unidos, que es un poco proteccionista, pero no es que no creamos en el libre comercio. Eso es importante aclararlo, porque eso para nosotros es fundamental. Lo que queremos es competir de una forma igualitaria. Cuando vemos que China está exportando con precios de dumping, sabemos que detrás de esos precios viene un subsidio del Gobierno chino. Básicamente, porque el Estado es el que más tiene participación en las empresas siderúrgicas de China. No se puede competir bajo un esquema de ese tipo, porque no es una cancha pareja. Somos positivos que el Gobierno nos va a ayudar y si eso sucede entonces no vemos tanto riesgo para nuestra industria, pero depende mucho de eso.
¿En este momento se puede decir que la industria de acero de Latinoamérica está en riesgo?
Hasta ahorita no hemos visto un riesgo crítico, si hacemos referencia a empezar a perder empleos o cerrar fábricas. Pero si continúa la tendencia esto va a ser crítico, por eso estamos muy a tiempo de reaccionar y de llamar la atención de las autoridades. Si esto sigue, la oleada de importaciones va a continuar y va a ser muy tarde. Ahorita es nada más la alerta. No podría mencionar riesgo aún, pero sí una alerta de riesgo.
DEL LADO COLOMBIANO
ha habido un aumento importante en exportaciones, ¿qué oportunidades ve allí?
Tenemos muchas oportunidades en exportaciones, pero lo más importante es poder abastecernos nosotros mismos, porque el 34% de nuestro consumo a nivel Latinoamérica llega por importaciones. No solo es poder aumentar las exportaciones, sino también ser autosuficientes y la importación sigue siendo el principal problema de atención. Si podemos dedicar recursos y atención de nuestras empresas siderúrgicas en Latinoamérica va a ser para poder sustituir estas importaciones. Para hacerlo necesitamos competir de forma pareja.
¿Cómo cerrará este año la producción de acero regional?
Van a ser unas 66,3 millones de toneladas este año en producción y para 2019 el estimado es de 68,9 millones de toneladas, lo que representaría un aumento de 3,9%. Tenemos resultados mezclados en toda la región. Por ejemplo, los tres más importantes, que son Brasil, México y Argentina, podrían tener los siguientes resultados para el próximo año: 6,8%, -1% y 2,8%, respectivamente.
Colombia, en términos de producción, está en el sexto lugar de la región. En el 2018, tendría una caída de 5% y en el 2019 crecería un 3,8%.
RECUPERACIÓN REGIONAL
Según Jefferson de Paula, el presidente de Alacero, América Latina camina a un segundo año de recuperación económica, a pesar del escenario de incertidumbres que dominó especialmente países de la región como Argentina, Brasil y México durante el primer semestre. “Estas circunstancias, acompañadas de la volatilidad de los mercados financieros, variaciones cambiarias y de un proteccionismo global creciente, indujeron a una actividad económica más lenta en la región”, afirmó.