Un concepto de paletería italiana instalada en las calles de Nueva York fue la semilla para la creación de La Palettería, una firma colombiana que desde el 2012 le apostó a la producción artesanal y compuestos premium importados como el chocolate de Costa Marfil y la maquinaria europea. El éxito que tuvo el primer local en Cartagena los llevó a crecer a nivel nacional, llegando actualmente a tener 11 puntos en ciudades como Bogotá, Medellín, Ibagué, Barranquilla, Bucaramanga y Cúcuta. Aunque las ventas del 2017 no superaron las del 2016, por culpa del invierno, entre otros factores, alcanzaron los $1.800 millones en facturación y las 840.000 unidades de paletas vendidas.
En diálogo con Portafolio, Liliana Tamayo, gerente general y socia fundadora de La Palettería, manifestó que este año buscarán dar el salto a Estados Unidos, en principio en Florida, y ampliar las ciudades nacionales con San Andrés, Cali y Villavicencio. Asimismo, se encuentran en conversaciones exploratorias para llegar a México y Guatemala, al igual que incursionar en el modelo de franquicia.
¿Cómo nació La Palettería?
Actualmente somos tres socios y la idea inicial fue de Alberto Ortega, quien quería montar un negocio en Cartagena. Miró lo que estaba de moda y al indagar dio con las paletas artesanales, un negocio que no se había explorado aquí en Colombia. Y en el 2012 se abrió el primer punto. La idea del negocio se dio por locales con un concepto italiano interesante que estaba ubicado en Nueva York.
¿Cómo fue el recibimiento de los consumidores con los precios que establecieron para las paletas, que iban hasta $6.500?
Pues la verdad fue toda una sorpresa.Empezamos con una planta de producción muy pequeña, casi del tamaño de un garaje, en Prado Veraniego, en Bogotá. La exhibición en vitrina de las paletas y la calidad gustó rápidamente en los consumidores. En esa primera temporada en Cartagena casi que no dimos abasto, porque no estábamos preparados y nos sorprendimos gratamente. El siguiente año se abrió en Bogotá en el parque El Virrey y llegamos también a Medellín. Ya después vinieron Ibagué, Barranquilla, Bucaramanga y Cúcuta, que es el punto más reciente que inició en el último trimestre del 2017.
¿Cuánto en promedio puede llegar a costar abrir un punto de la Palettería?
Lo más caro de esto son las neveras y los exhibidores, porque son equipos italianos. Un punto con vitrina y todo puede costar en promedio $90 millones. Vale aclarar que lo artesanal consiste en que cada paso de la elaboración de la paleta debe pasar por una persona y en promedio una paleta puede tardarse en estar lista cerca de una hora y media.
¿Cuántos sabores tienen actualmente? ¿Ampliarán la oferta este año?
Tenemos unos 45 sabores. Este año incursionaremos en heladería, en cono y vaso. Queremos ofrecer un gelato italiano hecho artesanalmente, no queremos nada industrial. Sabemos que un helado de esas características es un producto que no va a ser muy económico. Esperamos que máximo en dos meses esté listo en nuestros puntos.
¿Cuántos puntos tienen actualmente? Contamos con 11 locales.
En términos de ingresos, ¿cómo les fue el año pasado?
El invierno nos golpeó, porque el año pasado se extendió bastante. Hay puntos como por ejemplo el de Cartagena que se mantiene permanentemente lleno, con un buen nivel de ventas. Para nosotros fue mejor el 2016 que el 2017, ahora que hay algunos días de verano uno nota automáticamente el cambio en las ventas. Es un tema que influye mucho en el resultado. Tuvimos unos $1.800 millones en facturación en el 2017.
¿Y cuál es la meta para el 2018?
Crecer un 30% respecto al 2017. Además, vamos a sacar un producto horneado con helado, estamos haciendo pruebas actualmente con eso. El objetivo principal es diversificar más nuestra oferta para poder atender los diferentes gustos de los consumidores.
¿Cuántas paletas venden anualmente?
Son cerca de 70.000 unidades mensuales, que equivalen a 840.000 paletas al año.
¿Qué planes de expansión poseen a futuro?
Nos interesa San Andrés y Cali. A estas podría sumarse Villavicencio.
¿Se han acercado a preguntarles por el modelo de franquicia?
Sí, todo el tiempo. Todos los negocios han sido propios hasta el día de hoy, pero estamos evaluando el tema de ese modelo de negocio, porque finalmente para una marca asegura calidad y servicio al cliente es complicado. Sin embargo, si uno tiene los procesos y unas políticas establecidas es una muy buena opción, porque también como empresa se dejan de tener cargas operacionales. Es una posibilidad que ya estamos contemplando, ya que otras marcas han crecido gracias al modelo de franquicias. La idea es comenzar este año con esto.
¿Cuánto costaría una franquicia?
No lo hemos evaluado a profundidad, pero creería que estaría entre los $30 millones y los $40 millones.
¿A nivel internacional han llegado ofertas?
En Estados Unidos hemos estado haciendo una negociación y haciendo averiguaciones para que este año se pueda dar. Inicialmente sería para iniciar en Florida. Por otro lado, estuvo una persona de México y algunos empresarios de Guatemala, sin embargo, estamos apenas en conversaciones exploratorias.
¿Y de alianzas con firmas nacionales?
Tuvimos un acercamiento con helados Mimo’s para maquilar algunos de sus productos, pero se ha frenado un poco ese tema.