Si bien el país ha dado grandes pasos para modernizar su infraestructura aeroportuaria, todavía quedan unas tareas pendientes que serán responsabilidad del gobierno de Iván Duque, como la de atender la creciente demanda de pasajeros aéreos.
Portafolio habló con Santiago Álvarez, director ejecutivo de Latam Airlines para Colombia, quien hizo una radiografía de los avances del país en ese campo, de las perspectivas de la aerolínea para el segundo semestre, y sobre su plan de expansión.
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Latam mostró unos resultados positivos para el primer trimestre, ¿cómo le fue en Colombia?
Este año Colombia va bien, pero está complicado el contexto económico en la región. Pese a ello, en el primer trimestre se vieron unos resultados muy positivos. Sin embargo, para el segundo trimestre se ve difícil porque vimos un aumento del WTI, tuvimos un paro de auxiliares de cabina en Chile, y otro paro de camioneros en Brasil, que afectó el abastecimiento de combustible de los aeropuertos. La suma de todo eso, hace que el contexto para el segundo trimestre no sea tan bueno.
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¿Qué planes tienen ustedes para que esa alza del WTI no afecte tanto al usuario final?
Desde el año pasado, hicimos un cambio en el modelo de negocio, que va en línea para hacer una compañía mucho más eficiente y liviana desde el punto de vista de los costos. Y para equilibrar el precio del combustible, lo que hemos hecho es seguir con nuestro plan de eficiencia y esa es la forma como hemos logrado mantenernos con un impacto mucho menor de cara al consumidor. Además de eso, hemos hecho algunas coberturas en el mercado financiero alrededor del precio del combustible.
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¿Ha sido más rentable ese modelo de negocio?
El plan de negocio se ha cumplido de acuerdo a lo que se esperaba, con lo cual nosotros estamos tranquilos. Obviamente, el reto nuestro con ese modelo tiene que ver con la educación con el usuario. Es enseñarle qué tarifa debe comprar, según la necesidad de su vuelo y ahí es donde se deben concentrar nuestros esfuerzos.
¿Cuáles son las proyecciones de tráfico de pasajeros para el cierre de este año?
A nivel de grupo, es decir todos los países de la región en donde operamos, estamos haciendo un esfuerzo, desde el punto de vista de la oferta, para crecer 8% comparado con el 2017 y, hasta ahora, los pasajeros nos han venido respondiendo. En el caso de Colombia, nosotros fuimos un poco más conservadores, pues tenemos la expectativa de un crecimiento de 5% en movilización de pasajeros y eso es porque es un año electoral, donde sabíamos que el primer semestre iba a estar bastante a la expectativa de lo que iba a pasar, y lo que sí esperamos es que luego haya una dinámica de mayor crecimiento más adelante.
La Aeronáutica Civil ha implementado todo un plan para agilizar el trámite de nuevas rutas. ¿Se vienen nuevos trayectos para Latam Airlines?
Nosotros siempre, como compañía, estamos haciendo el análisis de mercado y mirando dónde están las rutas que presentan una mayor oportunidad y siempre que encontramos una ruta así, salimos y la operamos. En marzo de este año, lanzamos el trayecto Lima-Medellín, y en la audiencia pública, que ocurrió hace un par de semanas, nosotros como Latam Colombia, salimos a pedir siete frecuencias a Buenos Aires (Argentina). Cuando tengamos el permiso, lo que sigue es salir y hacer el estudio de mercado y realizar los análisis para saber si volamos o no. Entonces, en este momento es una posibilidad y también dependerá mucho de nuestros aviones disponibles para salir a volar la ruta.
Las rutas de Barranquilla y Cali quedaron desatendidas con la salida de Viva Air, ¿piensan atender esa demanda?
A finales del año pasado, hicimos el lanzamiento de la ruta Medellín-Barranquilla y hasta ahora se está desarrollando.
Sumado a eso, nosotros el año pasado lanzamos cuatro rutas: Medellín-Barranquilla, Medellín- Santa Marta, Cartagena-San Andrés y Cartagena-Cali. Sin embargo, allí estamos muy nuevos porque no encontramos apenas en proceso de consolidación. En ese caso, en trayectos domésticos, pensamos que en la medida que vemos oportunidades, nos vamos ampliando.
¿Qué radiografía hacen ustedes de las inversiones que se han hecho en infraestructura aeroportuaria?
Hay que reconocerle al Gobierno que, en estos ocho años, hizo avances importantísimos en el desarrollo de aeropuertos, como el de Cali –que inauguró una nueva terminal inter- nacional–, o como el de Santa Marta –que se renovó– y El Dorado.
Pero nuestra mirada hacia adelante es que la industria aérea siempre tiende a crecer a tasas alrededor del 5% o 6% y, como los procesos de desarrollo de infraestructura son tan largos, es necesario que el Gobierno se ponga a pensar qué se va a hacer nuevo, porque la demanda nos podría alcanzar y esto generaría un problema operacional.
Obviamente, hay pendientes como el aeropuerto de San Andrés, pero sabemos que hay algunos planes para poner en funcionamiento una estrategia de ampliación. Y el llamado que hacemos al nuevo Gobierno es que una de las primeras cosas que debe hacer es terminar de estructurar las fases que le quedan a El Dorado.
La carga impositiva también es otro reto...
El tributo que pagan las aerolíneas es muy grande. Por ejemplo, cerca del 45% de la tarifa que se aplica al consumidor son impuestos. En la medida en que tengamos más tributos, se van a encarecer los tiquetes y eso va en contravía de lo que pensamos, y es que se tiene que estimular la demanda aérea. En ese sentido, hacemos otro llamado a los gobiernos departamentales y locales para que vea la importancia de bajar las tarifas, para dinamizar el tráfico de pasajeros.
¿QUÉ SE VIENE?
La meta del 5% está basada en aumentar la utilización de nuestros aviones, con las mismas rutas que tenemos hoy. Seguramente, lo que se va a ver por parte de nosotros es que aumentaremos frecuencias en algunos de los destinos. Nosotros operamos con 16 aviones en Colombia y de aquí al mes de octubre, ese número no va a cambiar, con lo cual debemos financiar todo el crecimiento a partir de ser más eficientes, que será una palanca que nos ayudará a reducir costos.
marola@eltiempo.com