La visita del presidente de China Xi Jinping a Seúl, cuando aún no ha visitado a Corea del Norte, aliada tradicional de Beijing, llama la atención y expresa la voluntad de concluir este año el acuerdo comercial bilateral que negocian ambos países. Xi estuvo acompañado por 250 ejecutivos chinos de negocios, incluyendo a Jack Ma, fundador del grupo de comercio electrónico AliBaba, y Robin Li, presidente del motor de búsquedas Baidu.
Desde hace dos décadas las empresas coreanas han trasladado gran parte de su producción a China, donde los costos de producción son sensiblemente menores, el intercambio ha sido muy dinámico, China ha recibido equipo tecnológico avanzado y en esta relación Corea presenta superávit. El comercio binacional ascendió a 274 billones de dólares en el 2013 y China es el principal socio de Corea, recibiendo una cuarta parte de sus exportaciones.
Los dos gobiernos acordaron comerciar en sus propias monedas, para que los intercambios sean más rápidos y reducir el uso del dólar: China asignó a Corea del Sur una cuota de 80 billones en renminbi para invertir en mercados de capital chino, igual que pueden hacerlo Reino Unido, Francia Singapur y Hong Kong. Para ello se establecerá en Seúl un banco de compensación para facilitar el uso más amplio del renminbi en el comercio y se establecerá infraestructura en Shangái para el comercio directo en renminbi. Según Kwon Goo-hoon, economista de Goldman Sachs, el intercambio entre China y Corea en monedas propias aliviaría la tensión que existe entre el won y el dólar (Financial Times 4/07/14).
La presidenta coreana Park Geun-hye, cuyo padre fue el arquitecto del moderno desarrollo económico, afirmó que este acuerdo es un claro mensaje a Corea del Norte, al tiempo que este último país abrió trece zonas especiales para inversión extranjera, las cuales, sin duda, serán aprovechadas por China.
El estrechamiento de los vínculos entre China y Corea del Sur es una respuesta a la exclusión de la que han sido objeto en el Acuerdo Transpacífico de Asociación que impulsan Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia, incluye a 12 países, y prevé concluirse antes de la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico de noviembre.
Este acuerdo, tiene cada vez más connotaciones políticas, pues funcionarios de Washington hablan del mismo como la columna vertebral de un giro de Estados Unidos en Asia, y en respuesta China ha propuesto la creación de una zona de libre comercio más amplia, que incluiría a China, Corea del Sur y Estados Unidos.
Los dos líderes reafirmaron su oposición al armamento nuclear en la península y dijeron que debían tratar de crear una atmósfera positiva para los estancados diálogos de seis partes, dirigidos a la desnuclearización del norte.
Beethoven Herrera V.
Proofesor, U. Nacional y Externado
beethovenhv@yahoo.com
(Con la colaboración de David Quiroga Franco).