Muchos colombianos, unos porque se han formado allí y otros porque hemos tenido la oportunidad de conocerla, valoramos y apreciamos a la Universidad Nacional. Por esto, creemos que debe continuar consolidándose para beneficio del país.
La edición The Economist de marzo 28 de 2015, contiene una serie de artículos sobre educación superior en el mundo. El título del editorial, ‘El mundo está asistiendo a la universidad’, refleja la importancia del tema y confirma la relevancia de la Nacional.
La relevancia de una educación superior de calidad, con amplia cobertura, es indudable. The Economist cita a Thomas Jefferson, quien escribió que se deberían cultivar los talentos que la naturaleza había sembrado, con la misma liberalidad en pobres y en ricos, pero que podrían perecer si no se utilizaban, si no se buscaban y si no se cultivaban. Estas ideas han motivado al mundo, a través de los años, a buscar esquemas que ofrezcan educación superior de calidad y amplia cobertura.
Los esquemas más eficaces han sido los que ofrecen una mezcla adecuada de recursos públicos y privados en la financiación de la educación superior. Los públicos enfocados fundamentalmente al apoyo de los estudiantes de menores recursos y los privados, dirigidos a los estudiantes que tienen la posibilidad de sufragar los costos de la educación. La gobernabilidad de las instituciones de educación superior es fundamental para el éxito de sus labores. Se requieren, además profesores y estudiantes calificados, sistemas administrativos y financieros claros y eficientes, recursos financieros acordes con los objetivos, participación constructiva de la comunidad y planes de desarrollo cuidadosamente elaborados.
Es indispensable que las universidades definan con claridad su misión, visión y sus objetivos, en función de las condiciones de las comunidades que sirven y de sus capacidades. Los países han adoptado modelos que contribuyen a fijar unas rutas de desarrollo. Las universidades de investigación de Estados Unidos, sin duda las de mayor desarrollo e impacto del mundo, adoptaron un modelo que ha logrado combinar exitosamente el de Oxford y Cambridge con el de las universidades alemanas de investigación. Adicionalmente, el presidente Lincoln estableció un sistema de universidades, denominadas land grant, que se convirtió en política de Estado y ha favorecido el desarrollo equilibrado de Estados Unidos.
Colombia debería seguir este ejemplo, en la medida de sus capacidades, para consolidar su sistema universitario, incrementar considerablemente sus aportes al país y al desarrollo regional. Este último aspecto, de particular relevancia en el periodo de posconflicto que muchos esperamos con entusiasmo.
Las consideraciones anteriores sugieren que la comunidad universitaria debería colaborar eficazmente, con acciones positivas y críticas constructivas, con el recientemente reelegido rector Ignacio Mantilla Prada, para que la Universidad Nacional, patrimonio de Colombia, continúe fortaleciendo sus programas de pregrado, se consolide como una institución de investigación y apoye el desarrollo regional, a través de sus sedes de frontera.
Carlos Angulo Galvis
Exrector de la Universidad los Andes
cangulo@uniandes.edu.co