Ya son tres años desde que los jefes de Estado de la Alianza del Pacífico comunicaron su intención de crear un área de integración profunda, objetivo que se ha venido materializando, cada vez más, y apunta a un fortalecimiento de la política de libre comercio, incremento del atractivo de Suramérica como bloque económico, mercado potencial, plataforma productiva y rol político en el contexto internacional.
Entre los propósitos de la Alianza está el de convertirse en una plataforma con proyección al mundo, con énfasis en la región Asia-Pacífico, meta que obedece al comportamiento político y económico global, considerando a China como jugador cada vez más influyente a nivel político, con un mercado de consumo en crecimiento y el sudeste de Asia emergiendo productivamente.
Las balanzas de Chile, México y Perú cuentan con un nivel mayor de integración con esa región.
Si bien China constituye el segundo socio comercial de Colombia, con una balanza muy superior, más de US$4.700 millones a favor de los asiáticos, los demás miembros de la Alianza han sabido acceder al mercado chino con mayor eficacia que nosotros: considerando que Chile y Perú cuentan con un TLC vigente con China y México, es un gran proveedor de manufacturas.
El contexto anterior representa solo oportunidades para Colombia y sus empresarios.
Siempre hemos tenido la inquietud de un acercamiento efectivo a nivel comercial e institucional con China, los miedos al libre comercio con este país, lo desconocido y complejo que pueda ser su regulación aduanera y lo difícil que es la identificación de posibilidades para nuestra cadena exportadora.
Estas dudas, si bien requieren de tiempo y emprendimientos que busquen resolverlas, pueden ser solucionadas a través de un trabajo conjunto con Chile, México y Perú.
La Alianza constituye una plataforma perfecta para que empresarios, cámaras de comercio e instituciones de los países generen espacios de capacitación, misiones comerciales, desarrollo de oportunidades conjuntas, encadenamientos productivos que incrementen su integración con Asia y que, por ende, las empresas colombianas se acerquen aún más a este gran mercado. Chile y Perú cuentan con la experiencia comercial, logística e institucional en materia de alimentos frescos; México tiene mayores acercamientos tecnológicos y acuerdos de cooperación productiva.
Entre las muchas compañías chilenas y peruanas que exportan a China, existen similares en Colombia, y la Alianza es el marco para que se puedan integrar ofertas exportadoras y atender estructuradamente la gran demanda alimenticia que afronta China.
En materia de regulaciones, certificaciones y protección al empresario local, los países socios de Colombia en la Alianza ofrecen el lugar de aprendizaje para una mayor integración con China, además de un apalancamiento en materia de experiencia comercial que debe ser aprovechado por los sectores público y privado para fortalecer nuestra canasta exportadora.
China es un mercado que requiere de años. Chile, México y Perú lo han venido desarrollando.
Es hora de que Colombia aproveche estas herramientas, teniendo al mercado asiático como horizonte y a la Alianza como plataforma para concretarlo.
David Pérez
david@inventtogroup.com
Beijing, China