El 19 de abril de 1810 en Venezuela (por entonces una Capitanía) había sido depuesta la máxima autoridad española, el capitán Vicente Emparán, y constituido de inmediato una Junta de Gobierno.
La Junta envió una misión a Europa en busca de apoyo para la Independencia. La misión estuvo integrada por Andrés Bello, Luis López y Simón Bolívar. El resultado de esa gestión fue negativo.
Ante esta situación, la Junta de Gobierno resolvió enviar a Santa Fe un representante. El pasado 4 de abril recordábamos cómo doscientos años atrás era promulgada la primera Constitución Política de nuestra nación y se creaba el Estado de Cundinamarca.
A tiempo de expedirse aquella primitiva Constitución del Estado cundinamarqués, llegaba a Santa Fe el ministro venezolano José Cortés de Madariaga, con el objetivo de solicitar auxilios para la independencia de su país. Y fue así como el 28 de mayo siguiente se firmó el Primer Tratado de Unión Internacional entre las dos naciones, por el presidente de Cundinamarca, Jorge Tadeo lozano y el enviado extraordinario de Caracas, Canónigo Cortés de Madariaga, sobre amistad y alianza federativa, “con igualdad de derechos y representación, lo mismo que con cualesquiera otras que formen en el resto de América”, según sus propios términos.
Una de las cláusulas contentivas del Tratado dice así: “en los asuntos privados de cada uno de los dos Estados de Cundinamarca y Venezuela, podrán sus respectivos gobiernos hacer negociaciones y tratados con potencias extrañas o con las otras Provincias o Departamentos de la Federación, sin el consentimiento del otro”. El historiador José Dolores Monsalve, en su obra intitulada Don Antonio Villavicencio y la Revolución de la Independencia, califica aquel convenio como “el germen de la Gran Colombia que llegó a tener verdadera existencia por impulso intelectual del egregio Simón Bolívar”.
Pues bien. Sabido es que, con posteridad a este evento, el Estado de Cundinamarca se constituyó en una república de gobierno popular representativo, mediante su Carta de 1812, y que, por razones de controversia política interna, defendió el sistema centralista de gobierno hasta su integración con las Provincias Unidas de la Nueva Granada, cuando la reconquista española, bajo el régimen terrorista de 1816, echó por tierra el sueño independentista que había surgido en la capital del Nuevo Reino de Granada el 20 de julio de 1810.
Así las cosas, hace doscientos años se suscribía el primer tratado internacional de Hispanoamérica entre Cundinamarca y Venezuela. Cundinamarca había sido, consecuencialmente el centro más ardiente de la revolución, no sólo por su capital de carácter nacional, sino por sus hombres de altísima calidad patriótica, a la cabeza del general Nariño.
DAVID RUBIO RODRÍGUEZ
PRESIDENTE ACADEMIA DE HISTORIA DE CUNDINAMARCA
davidrubio2005@hotmail.com