Yo también nací en los años cincuenta. Como tantos ‘viejitos’ de mi generación, me niego a retirarme y dar paso a las nuevas generaciones. Sin embargo, por lo menos lo estoy pensando, y dedicarme al ejercicio de escribir mis memorias. Es la única licencia que me voy a permitir para aburrir a las nuevas generaciones. Lo bueno es que nadie las va a leer.
Y, es que a quién le importa que cuando nacimos estábamos en plena época de la “violencia en Colombia”, descrita, en el libro pionero del análisis sociológico de ese engendro, por un cura (Germán Guzmán), un protestante y humanista (Orlando Fals Borda) y un abogado libre pensador y agnóstico (Eduardo Umaña Luna), con trescientos mil muertos, cortes de franela, de corbata y tantas otras atrocidades.
En ese entonces, nos matábamos por un trapo rojo o uno azul en los campos y en las ciudades, dirigidos por las oligarquías conservadoras y liberales.
Eran las épocas de los “guerrilleros del Llano” (Guadalupe Salcedo, el mono Franco, los Colmenares, de Sangre negra, el capitán veneno, los pájaros y los Chulavitas). Se inició con el asesinato del ‘negro’ Gaitán, como lo conocían las aristocracias bogotanas, y llegó a su fin con el indulto de Rojas Pinilla y muchos asesinatos más, como la del líder de la guerrilla Guadalupe Salcedo.
Después de eso, nuevamente la violencia. Esta vez producto de la Guerra Fría, movimientos guerrilleros ideológica y, efectivamente, apoyados por la Unión Soviética (Farc), la revolución cubana (Eln), la revolución china (Epl, Mao, Pla, entre otros, convencidos de la toma del poder y el cambio de estructuras por la vía armada.
Más tarde, como si fuese poco, el narcotráfico, el nacimiento de movimientos de autodefensa en zonas de conflicto, el paramilitarismo, la ‘parapolítica’, los delitos de lesa humanidad entre otros. Una guerra fratricida inacabable, donde las principales víctimas fueron de la población civil, desarmada e indefensa, desplazada y masacrada.
Adicionalmente, el asesinato selectivo de hombres y mujeres que luchaban por los derechos humanos, intelectuales, pensadores y políticos que soñaban con el fin del conflicto o, al menos, con la humanización de la guerra. Nadie ganó, todos perdimos. Es la historia de un país de muertos inútiles, incentivada por intereses oscuros desde todas las esferas de la sociedad y los promotores de la paz de los sepulcros.
Ahora, se llega a un acuerdo de paz con el grupo más poderoso de la insurgencia. Es el inicio del fin de la violencia, basada en un combate eterno y sin esperanza para nadie, y, aun así, pretenden decirnos que los buenos pidamos más guerra y más muerte. Que cantidad de ‘viejos’, que nunca conocimos la paz, negando la ilusión de un país distinto a las nuevas generaciones.
Dejemos la paz a los jóvenes. Ellos quieren y tienen un futuro mejor. Aceptemos que el pasado que contribuimos a construir, por acción u omisión, no fue el adecuado y ya es hora de que hagamos un ‘mutis por el foro’.
Profesor universitario
germanumana201@hotmail.com
columnista
Dejemos la paz a los jóvenes
Aceptemos que el pasado que contribuimos a construir, por acción u omisión, no fue el adecuado y ya es hora de que hagamos un ‘mutis por el foro’.
POR:
Germán Umaña Mendoza
-
guardar
save_article.message.success_title save_article.message.successsave_article.message.success_updated_title save_article.message.success_updatedHa ocurrido un error al intentar guardar este artículo
- Reportar error
- Seguir economía
Lo más leído
1
1635
Finanzas
La condición que puso Minhacienda para bajar el umbral de cotización en la pensional
Destacados
Más Portales
Nuestros columnistas
día a día
Lunes
martes
Miércoles
jueves
viernes
Camilo Sánchez
Inconveniente humo constituyente
Nuestra responsabilidad histórica está en evitar que cantos de sirena sigan dividiendo al país.
María Sol Navia V.
¿Ha logrado la mujer superar barreras?
Otros Columnistas
Importancia del agua en agenda empresarial
Gonzalo Gallo González
Shoganai - Gamán
Rafael Herz
Liviandad y crueldad
Camilo Herrera Mora
Fundador de Raddar
Críticos
Victor Muñoz
Emprendedor, investigador, analista
Rumbo al Armagedón en el 2026
Rodrigo Villamizar
Director Electra CDP
Colisión de tarifas e importación de gas: una bola de nieve social
La gente demanda es que bajen los precios de la electricidad que consumen.
Ricardo Santamaría
Analista
Hay María Corina para rato
La historia de estas elecciones en Venezuela es que quizás nunca lleguen a realizarse.
Cristina Vélez
Decana Escuela de Administración, Universidad Eafit