En menos de un mes se posesionará como presidente de Colombia el señor Iván Duque. Hay que creerle y más cuando sus entrevistas se realizaron con los más altos funcionarios del gobierno e importantes figuras del Congreso de Estados Unidos. En lo personal, me suenan bastante ingenuas ciertas afirmaciones. Por ejemplo: parecería que para el presidente no existiera el principio de responsabilidad compartida en la lucha contra las drogas: no se mencionan las terribles consecuencias del crecimiento del consumo de estupefacientes, no se exige nada para que no se continúe promocionando la venta de armas que, en muchas ocasiones, terminan en poder de grupos ilegales y narcotraficantes, no se propone controlar la venta y distribución de precursores químicos que sirven a la fabricación de coca.
No, el discurso del presidente electo se reduce a: “seguridad, legalidad y el que la hace la paga”. Sí, la lucha global contra el flagelo universal del narcotráfico la asumirá Colombia. Es su intención volver a la fumigación aérea, con productos químicos que sin duda afectarán los sembrados de coca o heroína, pero también a los seres humanos, los animales, el ecosistema, etc. Regresa el ‘Plan Colombia’, sin corresponsabilidad y sin plata, pero con compromisos leoninos con los norteamericanos.
De otra parte, no entendí lo que dijo en su entrevista en El Tiempo sobre la Ocde. Creo que le preocupan los tiempos y los compromisos. Pero, señor, es necesario recordar que la Ocde y lo que se suscribió es un manual de buenas prácticas, en las cuales las obligaciones se cumplieron en el proceso de examen previo. No hay en ese organismo mecanismos de solución de diferencias y nada es vinculante. Se firmó ser parte de ella. Si no está de acuerdo, podrá pedirle a su bancada en el Congreso no ratificar lo acordado.
Y, por si acaso, los aranceles al aluminio y al acero, fijados por el señor Trump y su gobierno, son contrarios a acuerdos multilaterales (OMC) o bilaterales (TLC) suscritos por Colombia, y en los que una de las contrapartes es Estados Unidos. En vez de utilizar los mecanismos legales, institucionales, de seguridad jurídica allí contemplados, usted le solicita un “waiver” a Trump para que no los aplique. La verdad es desconcertante la flexibilidad que se observa, para ni siquiera mencionar los derechos que le asisten a los colombianos, producto de los tratados suscritos.
Y, continuando con la apretada síntesis de lo escuchado. ¿Usted cree en el principio de autodeterminación de los pueblos? ¿Cree que temas como la paz son política de Estado? ¿Cree que Colombia no tiene demandas, y muchas, en la CPI y que es clara la impunidad en nuestro país para ciertos delincuentes, y que esa institución no activará sus mecanismos para que no exista olvido de los delitos de lesa humanidad? Si. Yo sé que sí. Como senador fue muy activo en sus denuncias a otros gobiernos ante la CPI. Se que respetará las decisiones que se tomen contra individuos de los diferentes países, incluido el nuestro.