¿El genio nace o se hace? Muchos estudiosos aseguran que la genialidad, en parte, es innata. Todo ser humano nace con talentos, pero estos de nada sirven sin entrega, disciplina y dedicación. Por eso, el sicólogo Anders Ericsson es conocido por su teoría de las diez mil horas. Estudió a personas fuera de serie y descubrió que detrás de su éxito había un compromiso total. Ericsson afirma que un genio o experto dedica diez mil horas a lo que desea para poder lograr su sueño. Mozart era talentoso, pero su dedicación empezó desde los cuatro años, o sea, se convirtió en genio. Si tú trabajas con tus talentos según la ‘regla de los diez años’, puedes esperar lo mejor. Lo que necesitas es dedicar veinte horas semanales por diez años a lo que anhelas. Solo con dedicación y un coraje arrollador conquistarás tu Everest.
Para estar bien, cultiva un pensamiento o idea inspiradora que te ayudará a lograr lo que quieres y traza un plan de acción. La fe mueve el universo; confía, domina las dudas y los miedos, cree y actúa sin que nada te intimide. Vive siempre alineado con Dios, ámalo y sigue lo que te diga tu corazón en el amor. Sé paciente y practica el arte de saber esperar; todo llega cuando es, ni antes ni después. Hay pocos límites para el que cree y se apasiona. Ten el sentimiento de que tendrás lo que anhelas si es para tí y no imites a los que se dejan atrapar por lo fácil o lo superfluo. “Todo lo que eres es el resultado de lo que has pensado”: Buda. ¿Qué quieres hacer ya mismo para asumir tu plan de las diez mil horas y darle un giro a tu vida? Suelta las cargas del ayer y las preocupaciones por el mañana, y sé consciente de que la vida está solo en el ahora, en comprometerse y perseverar con los ímpetus del principiante.
Hay siete estrategias para superar un mal hábito, tomemos por ejemplo la inconstancia que te impide seguir una meta ‘diez mil horas’:
1. Sé consciente de tu falla sin culparte, porque la culpa te roba energía vital.
2. Afirma sin cesar en tu mente: cada día soy más entusiasta y perseverante. Quiero lograr algo y así será.
3. Pon la letra P de Perseverar en un papelito en tres lugares visibles (espejo, billetera, escritorio). La miras y reafirmas: cada día soy más constante.
4. Relájate y visualízate superando el desaliento y venciendo los escollos.
5. Comparte con unos dos aliados, parientes o amigos tu deseo de cambio y pide que te evalúen y animen.
6. Sé más espiritual, ora mucho, y cuenta con Dios y tus ángeles.
7. Busca buenos modelos e imítalos, la neurolingüística ha demostrado que mejoramos por modelaje.
Aplica esto a otras metas o a cambio de actitudes. La teoría de las 10 mil horas nos recuerda lo que dijo Edison: “mis inventos son el fruto de un 1 por ciento de inspiración y un 99 por ciento de transpiración”.
La palabra ‘triunfo’ solo aparece en el diccionario y en la vida después de las palabras compromiso, dedicación y fe. Ya lo sabes: persevera 20 horas semanales durante 10 años.