En las últimas dos décadas y media, Colombia, prácticamente, se convirtió en el epicentro de lo que en su momento se denominó ‘la nueva economía’, hoy mejor concebida como la economía digital.
Sobran ejemplos y nombres de las compañías líderes del mundo tecnológico que han elegido a nuestro país como la base para fortalecer sus operaciones en la región: Microsoft, SAP, Nokia, Cisco, Alcatel-Lucent, Google, HP Enterprise y Mercadolibre, para citar solo algunas.
Y en muy buena hora, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), lidera el ejercicio ‘Hacia la Medición de la Economía Digital en Colombia’, un trabajo serio y dispendioso que, sin duda, nos llevará a buen puerto para identificar cuál es el aporte real de esta nueva realidad al desempeño general del PIB colombiano.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), la economía digital se define como el resultado de un proceso de transformación desencadenado por las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). “Su revolución ha abaratado y potenciado las tecnologías, al tiempo que las ha estandarizado ampliamente, mejorando así los procesos comerciales e impulsando la innovación en todos los sectores de la economía (Ocde, 2015)”.
Desde Andesco, hemos sido testigos de estos grandes avances de la economía digital en Colombia, pues cada vez más las tecnologías de la información y las telecomunicaciones están presentes en el quehacer diario de las empresas de servicios públicos y comunicaciones, ya que, gracias a las nuevas herramientas tecnológicas, cada vez son mejores los procesos de estas en beneficio de los usuarios.
Pero, desde luego, trasladados al plano general, los alcances de la economía digital en Colombia ya se pueden calificar de ilimitados, es decir, están a la mano tanto de las grandes compañías como de las más pequeñas, incluso de carácter familiar o unipersonal, convirtiéndose en una verdadera fuente de desarrollo y sustento para millones de personas.
En los avances de estudio de la CRG se explica que: “la clave para entender este tipo de economía son los servicios y la medición de los mismos. Una de las características principales de la nueva forma de producción de servicios, se refiere a la utilización de la información para generar valor. La digitalización y su impacto es tal, que ya se habla de una cuarta revolución industrial, concepto que se utiliza desde el 2006 en Alemania y, recientemente fue objeto de análisis en el Foro Económico Mundial de Davos.
Con estos completos elementos de análisis que nos entrega el documento de la CRC, Colombia y, particularmente, su economía, ya están montadas en el tren de las megatendencias que están cambiando a la sociedad: las personas e internet, el mundo digital, comunicaciones y tiendas omnipresentes, el internet de las cosas, la inteligencia artificial y el big data, la economía compartida y la impresión 3D.
Y el principal efecto de toda esta digitalización en su conjunto ha sido su capacidad de transformar todos los flujos económicos y reducir los costos marginales de producción y distribución. En otras palabras, tal como lo plantea este completo documento de la CRC, “se puede reflejar, ya sea en la creación de bienes y servicios digitales, en la agregación de valor al incorporar lo digital en bienes y servicios, que son en principio no digitales, y en el desarrollo de plataformas de producción, intercambio y consumo”.
Un dato nada despreciable lo aporta el experto analista de estos temas, Raúl Katz: “la digitalización en América Latina ha movilizado cerca de 195 mil millones de dólares al PIB en los últimos 10 años, y ha contribuido en cerca de 900 mil empleos en el mismo periodo”. Y, de acuerdo con el estudio, ‘El ecosistema y la economía digital en América Latina’, “la digitalización ha contribuido con el 6,12 por ciento del crecimiento del PIB en Colombia, entre el 2005 y el 2013, el mayor en toda la región”.
Considerando lo anterior, y reconociendo la importancia de la economía digital para el desarrollo en Colombia y su estrecha relación con la industria objeto de regulación por la Comisión de Regulación de Comunicaciones, esta entidad, con mucho acierto, ha adelantado una investigación y análisis preliminar con el objeto de definir una metodología para medir su avance e impacto en el país.
Y en esta ardua tarea, la CRC no estará sola. Por el contrario, contará con el apoyo irrestricto de organizaciones como la nuestra y sus empresas afiliadas, para fortalecer todas las herramientas técnicas y de análisis, en pro de una estrategia integral de medición de la economía digital, que será clave para el desarrollo de todas las actividades y negocios del país.
La medición de la economía digital en Colombia
El principal efecto de toda esta digitalización ha sido la transformación de los flujos económicos y reducir los costos de producción y distribución.
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