Colombia se ha caracterizado durante los últimos años por ser una economía abierta, la cual, con el paso del tiempo y una mayor experiencia en torno a la globalización, ha logrado diversificar su portafolio de productos y servicios. Ha dejado de exportar solo café y petróleo, sin dejar este último de ser de gran importancia para su balanza comercial. Sin embargo, esta tarea ha demandado un alto grado de esfuerzo para que las empresas se mantengan en el mercado internacional.
A pesar de este gran esfuerzo, observamos el fenómeno de que generalmente son las grandes organizaciones las que han logrado posicionamiento internacional. Por su parte, las microempresas y las pymes no tienen una gran participación en el comercio exterior, lo cual nos lleva a plantearnos diferentes interrogantes acerca de su papel dentro del proceso exportador.
¿Sería conveniente impulsar y motivar a estas empresas para que puedan participar más en la exportación de sus productos? ¿Qué deben hacer los gerentes de estas organizaciones para gestionar procesos exitosos de posicionamiento en mercados internacionales? Y, ¿qué papel deberían jugar las instituciones del Estado como motor en este proceso?
En primer lugar, cabe resaltar que incluso mantenerse vigentes en el mercado colombiano para las pequeñas y medianas empresas ya es todo un reto; esto nos da una pauta para entender que exportar no es un tema que haga parte de los principales objetivos en estas compañías, algunas de las cuales probablemente están esforzándose por sobrevivir en el mercado local. Explorar mercados internacionales, con niveles de competencia aún más complejos, significaría un alto riesgo y un costo que posiblemente no están dispuestas a correr, si es que en algún momento lo han pensado.
Hacer frente a un mercado nuevo, más allá de las fronteras de Colombia, es un proceso al que las mipymes no están acostumbradas. Cerca del 85 por ciento de las pymes no exporta, y de las microempresas tan solo el 3 por ciento se ha internacionalizado.
La puesta en marcha de la internacionalización debe ser un hecho complementario a su actividad comercial local, ya que en Colombia tenemos un amplio mercado en el cual dichas empresas deben encontrar un equilibrio y una permanencia estable que les dé la solidez para promocionar sus productos tanto a nivel nacional como internacional.
Dicho lo anterior, para la economía colombiana sería muy prometedor que estas empresas exploraran otros mercados, pero siempre y cuando cuenten con respaldo para hacerlo incursionar en el comercio exterior conlleva una extensa serie de etapas que posiblemente son desconocidas tanto para sus directivos como para sus empleados; es por esto que el punto de partida deberían ser jornadas de capacitación e información por parte de los empresarios, así como un acercamiento a nuevos idiomas y culturas que les permitan tener una visión amplia del terreno a explorar. Los directivos deben tener una formación que les permita crear una visión optimista frente a la actividad exportadora como una oportunidad de crecimiento.
En paralelo con el esfuerzo que deben hacer las empresas, resulta imprescindible que las instituciones del Estado planteen programas completos que las incentiven en el desarrollo de una correcta internacionalización.
Es ahí cuando programas creados por Bancoldex, la CAF o ProColombia se hacen esenciales. Cabe resaltar que esta última entidad ofrece actualmente algunos programas formales como Mipyme internacional o el Programa Mentor Exportador, que han apoyado a un buen número de empresas. Programas liderados por Bancoldex o la CAF, han sido fundamentales en el fomento no solo de nuevas empresas, sino para mejorar la competitividad y la productividad de las que ya están en el mercado. Su misión es la de capacitar, informar y dar soporte a los procesos de empresas nacionales, desde su fase inicial hasta su consolidación, en proyectos que posibilitan su acceso a mercados extranjeros.
En este proceso es fundamental que los socios comerciales sean seleccionados luego de un arduo proceso de conocimiento y negociación, de forma tal que sean los correctos; aquellos con los cuales se pueda construir o explotar de manera conjunta alguna ventaja comparativa buscando una relación a largo plazo.
La respuesta a los interrogantes inicialmente planteados, nos indica la importancia de establecer una relación y un trabajo mancomunado entre los directivos de las mipymes y las instituciones del gobierno, para hacer más eficientes los procesos de internacionalización del tejido empresarial colombiano.
Henry Bradford Sicard
Rector del Cesa
¿Qué hacer para que las mipymes exporten?
Es fundamental establecer una relación y un trabajo mancomunado entre los directivos de las mipymes y las instituciones del Gobierno.
-
guardar
save_article.message.success_title save_article.message.successsave_article.message.success_updated_title save_article.message.success_updatedHa ocurrido un error al intentar guardar este artículo
- Reportar error
- Seguir economía
Lo más leído
Téngalo en cuenta: estas son las rutas aéreas en las que más turbulencias se registran
Destacados
Más Portales
Nuestros columnistas
Alex Bouaziz
¿Es el fin del sueño americano?
Las capacidades, no la ubicación, serán el factor determinante de las oportunidades de empleo.
Rodolfo Segovia S.
Petro tenaz
Rafael Herz
Liviandad y crueldad
Luis Arango Nieto
El Cerrado brasileño: ejemplo para la Altillanura
María Sol Navia V.
El Estado no controla parte del territorio
Cesar Pabon
¿Cautela o relajamiento?
Jorge Restrepo
¿Perdemos a Ecopetrol?
Eduardo Behrentz
Seguridad: fundamento de la democracia
Carlos Tellez
Estrategias obsoletas
El direccionamiento estratégico va tomando forma sobre la marcha, incluso por inercia.
Mario Hernández Zambrano
Estoy jugado por Colombia ...
Camilo Herrera Mora
A los caricaturistas
La capacidad de decir algo fuerte, con pocas palabras e imágenes, es la virtud de haber comprendido.