Colombia es un país donde el 73 por ciento de la población tiene menos de 45 años. Es un país joven, llamado a integrar generaciones que anhelan cambios estructurales de la sociedad. El 73 por ciento de los colombianos tiene un gran compromiso con el medioambiente. Sueña con un parque automotor dominado por los carros eléctricos, tiene conciencia de reutilizar, reciclar y reducir, y está cada vez más comprometido con la reducción de la huella individual de carbono. Este 73 por ciento tiene un amor profundo por los animales, disfruta de la bici, las ciclorrutas y los parques, y sabe entender el sentido de un mejor uso de la energía.
El 73 por ciento es tecnológico. Está conectado, valora los espacios de wifi y se maximiza con el internet de alta velocidad. En ellos están los grandes emprendedores tecnológicos y su fuerza se evidenciará en las aplicaciones, el internet de las cosas, la inteligencia artificial, la robótica y el big data. Este 73 por ciento de la población se puede beneficiar de las Empresas de Beneficio e Interés colectivo (Empresas B), como referentes de responsabilidad con Colombia y compromiso con los más necesitados.
El 73 por ciento de los colombianos aprecia la economía naranja, en la cual las artes, los medios de comunicación, los festivales, carnavales, el cine, la música y la animación digital, y en general las industrias creativas, aportan a la economía y generan empleos formales. Esta población es creativa y tiene sentido empresarial. Hay fundadores de empresas, gerentes y empleados que saben aportar valor y maximizar su potencial.
Esa misma población está cansada de la politiquería, el clientelismo y la corrupción. Cree en las ideas y se siente con libertad para valorar la diversidad, la integración y la convivencia ciudadana como medios de entendimiento. Ese protagónico 73 por ciento pide legalidad, en la cual la seguridad y la justicia sean la base de la paz, y donde el orden social lo determine la confianza en el imperio de la ley.
Para el 73 por ciento de los colombianos, la educación debe estar orientada al capital humano, y la salud debe prevenir eficazmente los males mediante un sistema integral y de calidad. Esta realidad del 73 por ciento es la misma que sabe integrar la agroindustria con el pequeño productor, pero reclama incentivos, reglas estables y los bienes públicos necesarios para su éxito. Este es el país en el que vivimos hoy, esta es la esperanza de Colombia.
Soy orgullosamente parte de ese 73 por ciento, y estoy seguro de que ha llegado el momento para adelantar una agenda moderna de país, basada en la legalidad, el emprendimiento, la equidad, la innovación y la sostenibilidad ambiental.