Ed, como le decían, representó para la gran metrópoli norteamericana un administrador comprometido, un líder visionario y, sobre todo, un estratega del desarrollo urbano cuyo legado es estudiado con rigor por académicos y políticos. Koch llegó a la alcaldía en 1977, luego de una larga carrera como abogado, representante a la Cámara y concejal.
Al inicio de su gestión, la ciudad estaba sumada en una de sus peores crisis financieras, una creciente ola de criminalidad, sumado al deterioro de la infraestructura y la falta de confianza de los habitantes en la administración distrital.
Su gestión como alcalde, la cual duró hasta 1989, cuando fue derrotado por David Dinkins en las primarias del Partido Demócrata, acaba de ser plasmada en un documental llamado Koch . La cinta, al igual que su famoso libro de memorias, titulado Alcalde, muestra el estilo de un gobernante local enfocado en sacar del caos a una ciudad, apelando al carácter, el liderazgo, la planeación y el entendimiento en detalle de las necesidades de todos los vecindarios.
Lo interesante de este personaje confrontacional y, al mismo tiempo, sensible a las necesidades ciudadanas, son las lecciones que deja en el ejercicio del gobierno. Algunas de ellas podrían ser: Las ciudades no se gobiernan por ideologías, sino encontrando soluciones prácticas y sostenibles a las necesidades de sus habitantes.
Koch estableció esquemas de participación privada en la prestación de servicios y, a la vez, adelantó una regulación ejemplar para garantizar calidad y eficiencia. La seguridad es un valor democrático y la piedra angular de un entorno en el cual se puedan ejercer las libertades. Koch enfrentó el crimen organizado con vehemencia, fortaleció a la Policía y sus funciones de inteligencia, y dio inicio a un proceso de reducción de homicidios, que ha hecho de Nueva York un ejemplo internacional.
Promover la tolerancia y la inclusión es determinante para dinamizar las industrias creativas, atraer turismo y residentes calificados. Con la agenda progresista a favor de los derechos de las minorías raciales y sexuales, Koch concibió una estrategia para hacer de Nueva York una ciudad cada vez más atractiva a las industrias de la tecnología y el entretenimiento. El diálogo sincero y profundo con la ciudadanía es la base de la gobernabilidad.
Con su famosa frase “¿cómo voy?”, Koch siempre consultaba a los ciudadanos sobre sus dificultades. Aunque era tajante al decir no, mantuvo un estilo de comunicación sincero y abierto a encontrar alternativas. Con la muerte de Ed Koch, Estados Unidos ha perdido un símbolo de la política sin libretos y un ejemplo de gestión urbana que merece ser estudiado en América Latina.
IVÁN DUQUE MÁRQUEZ
AUTOR DE PECADOS MONETARIOS Y DE MAQUIAVELO EN COLOMBIA
ivanduquemarquez@gmail.com