Roxana, Daniel y Pablo llegaron el primero de octubre. Luisa, Martha Isabel, Ader, Alejandro, César, Diego y Sebastián llegan de aquí al final del año. Estos diez, más otros treinta –que en su mayoría llegarán durante el primer semestre de 2015, una vez entreguen sus proyectos actuales en el extranjero– son una de las principales apuestas del sector agropecuario colombiano en búsqueda de competitividad y sostenibilidad.
Roxana Yockteng, doctorada en Biología Evolutiva y Ecología, viene de trabajar en la Universidad de California en el departamento de plantas y biología microbiana. Se dedicará a que nuestra agricultura cuente con nuevas variedades y especies agrícolas, más productivas y con mejor desempeño frente a plagas, enfermedades y los rigores de la variabilidad climática.
Daniel Bravo, doctorado en Microbiología, viene de trabajar en Suiza, en donde se dedicaba a la microbiología de suelos en la Universidad de Neuchâtel. Se centrará en desarrollar bioproductos y estrategias de manejo de los microorganismos del suelo de forma que permitan que nuestros cultivos se desempeñen mejor.
Pablo Rodríguez, doctorado en Ciencias y Tecnologías de Alimentos, viene de trabajar en Venezuela en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos. Comenzará a desarrollar nuevo conocimiento y tecnologías para el manejo y procesamiento de frutas y hortalizas, que le permitan a nuestro sector alcanzar los estándares necesarios para ampliar sus fronteras y mercados.
¿Por qué vuelven si se trata de investigadores con un alto grado de formación y competencias que tienen oportunidades a nivel global? Son varias las razones que me han manifestado algunos de ellos. La primera es que Colombia es un país atractivo que está ofreciendo oportunidades con las que antes no contaban.
La segunda, que la patria ‘jala’, hablan de volver a entornos familiares y culturales que extrañaban.
La tercera, que quieren ayudar, saben que, debido a la formación y experiencia que tienen, pueden aportar su granito de arena para que Colombia sea mejor.
No se trata solo de los 40 que regresan a apoyar al agro desde Corpoica. Otros regresan a universidades, centros de investigación y empresas innovadoras, gracias al programa de Colciencias ‘Es Tiempo de Volver’, que los logró convocar y les entrega incentivos como pagar sus tiquetes de avión, abrir fácilmente una cuenta bancaria, y descuentos y acceso a bienes y servicios claves para su relocalización.
Colombia perdió casi dos décadas en términos de desarrollo humano en ciencia y tecnología. Los doctorados en el país andan por sus cincuenta, con pocas excepciones. Nuestra diáspora, ávida de regresar a acelerar la innovación, anda por sus treinta. En el caso de Corpoica, los nuevos Ph.D. que vuelven se integrarán a los doctorados actuales que han sobrellevado tiempos difíciles y tienen conocimiento valioso. Juntos deberían convertirse en una fórmula poderosa que genere y entregue mucho valor.
Las condiciones están dadas para que Colombia cierre sus brechas de conocimiento para la innovación. Para que nos acerquemos a los últimos avances de otras latitudes. Para que contemos con la gente que nos va a ayudar a aprovechar nuestra agrobiodiversidad y las condiciones únicas de nuestro trópico.
Ojalá esta política se mantenga y Roxana y los otros sean solo la cuota inicial. Es tiempo de volver.
Juan Lucas Restrepo
Director de Corpoica