Aspirar a ser una ciudad de talla mundial implica enfrentar grandes retos y asumir importantes responsabilidades. Digo aspirar, porque en el último informe Global Cities Initiative del Brookings Institute y JP Morgan, Bogotá brilla por su ausencia. Esperábamos que por población, extensión y su notable avance con respecto al final del siglo pasado, la capital del país fuera incluida al menos en una de las siete categorías del reporte, la de ‘Grandes Ciudades Emergentes’, donde aparecen Río de Janeiro, Santiago de Chile y Monterrey. ¿Por qué no hacemos parte de este grupo?
El informe establece cinco factores determinantes de la competitividad: infraestructura, gobernanza, talento humano, innovación y definición de sectores económicos del futuro. El actual Plan de Desarrollo hace énfasis en mejorar la infraestructura, ante el evidente atraso que padecemos en vías de acceso, kilómetros de troncales de Transmilenio no construidos, entre otros. Es al menos alentador que se quiera corregir en algún grado esta situación. ¿Y el resto de factores?
La definición de sectores económicos se viene resolviendo a través de las Apuestas de Especialización Inteligente, un esfuerzo público-privado liderado por la Cámara de Comercio que identificó Biopolo, Industrias creativas y hub de servicios especializados como sectores de futuro; así como Ciudad Región Sostenible y Hub de Conocimiento Avanzado como apuestas transversales, todas incorporadas oportunamente en el actual Plan de Desarrollo. Respecto de la Gobernanza, ProBogotá ha reiterado la necesidad de que Bogotá y la región piensen en esquemas conjuntos para mejorar la eficiencia del quehacer público. En esto seguiremos trabajando en 2017. Veamos entonces la situación en talento humano e innovación.
La administración se ha comprometido con la creación de 35.000 nuevos cupos en educación superior. Esto es positivo pero no es claro qué tipos de cupos son. ¿Se deben concentrar en carreras técnicas y tecnológicas, o en las profesionales? ¿Cuál es la mezcla ideal? ¿Qué es deseable para el aparato productivo y cómo estos cupos pueden jugar un rol? ¿Existen nuevas alternativas de educación online que permitan adquirir habilidades del siglo XXI de manera rápida y económica? Las respuestas a estas preguntas determinan el verdadero impacto de este esfuerzo.
En cuanto a la innovación, Connect Bogotá ha hecho una labor importante que amerita un mayor apoyo del sector privado, mientras que en lo público, el Distrito debe sin duda fortalecer la Secretaría de Desarrollo Económico. Con escasos diez años de existencia no ha cumplido el rol fundamental para la cual fue creada, porque ninguna de las administraciones anteriores, tampoco la actual, han comprendido su importancia para impulsar los factores que determinan la competitividad, promoviendo la innovación y actuando decididamente para lograr la necesaria pertinencia en la formación del talento humano para las necesidades del mercado.
Por años, se ha optado por invertir en infraestructura bajo el supuesto de que se genera empleo y facilita el comercio al interior y al exterior del país. Pero sin el complemento de gestión en los demás factores de competitividad, resulta ineficaz porque crea empleo de corto plazo pero la ciudad no genera capacidades competitivas globales a futuro.
Preocupa que, por priorizar las obras, se esté dando poca importancia a la innovación y la educación superior. De poco servirá que los bogotanos se transporten más rápido, si sus habilidades y conocimientos siguen anclados en el siglo XX, con una productividad más baja que la del promedio latinoamericano, como lo señala el informe 2016 del Conference Board, un tanque de pensamiento experto en competitividad.
El llamado es para que estos temas alcancen en Bogotá el nivel de prioridad que merecen. La Secretaría de Desarrollo Económico debe convertirse rápidamente en la institución distrital más robusta, moderna, innovadora y con visión de futuro, porque de allí derivarán las políticas públicas que permitan sofisticar la economía y definir ventajas competitivas de largo plazo para no solo figurar en los listados de la élite mundial, sino más importante aún, competir exitosamente.
Luis Guillermo Plata
Presidente ProBogotá Región.
Infraestructura y desarrollo económico
La Secretaría de Desarrollo Económico debe convertirse en la institución distrital más innovadora para que defina ventajas competitivas a largo plazo.
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