El presidente Obama, en el discurso del 2012 sobre el Estado de la Unión, anuncio un ambicioso programa para fomentar la innovación y la manufactura a través de la creación de una red de 45 centros que le permitan a Estados Unidos recuperar su liderazgo mundial en estas materias, acelerar el crecimiento y la innovación en la producción nacional, y crear empleos bien remunerados para fortalecer a la clase media.
El programa se inició con la definición de tres nuevos institutos que la administración podía establecer con base en recursos existentes y con la presentación de un proyecto ley al Congreso para obtener dineros adicionales para el resto, cuyo trámite esta aún pendiente. Los dos primeros se localizarán en Carolina del Norte y Ohio, y el tercero esta todavía en proceso de selección.
Cada instituto está diseñado para servir de centro regional para reducir la brecha entre la investigación aplicada y el desarrollo de productos. Reúne a empresas, universidades, instituciones académicas y de capacitación y a las agencias federales, para realizar inversiones conjuntas en áreas tecnológicas que estimulen la inversión y la producción en EE. UU.
Este tipo de ‘fábrica de la enseñanza’ proporciona una oportunidad única para la educación y la formación de los estudiantes y trabajadores en todos los niveles, a la vez que facilita recursos compartidos para ayudar a las empresas, sobre todo a las pequeñas, a acceder a las capacidades y equipos para el diseño de vanguardia, prueba piloto de nuevos productos y avanzados procesos de fabricación.
El instituto de innovación y fabricación de Carolina del Norte, compuesto por 18 empresas, 6 universidades y el Gobierno federal, busca utilizar las últimas tecnologías en materia de semiconductores para fabricar dispositivos electrónicos de bajo consumo.
Estas mejoras harán que los dispositivos electrónicos, como motores, electrónica de consumo, sean compatibles con una red de energía más rápida, pequeña y eficiente.
El instituto de Ohio desarrollará la impresión 3D, que permite la creación un objeto tridimensional mediante la superposición de capas sucesivas de material.
Este tipo de acciones son las que necesita Colombia para salir de la recesión industrial en que se encuentra, y no solo tomando medidas proteccionistas para resolver problemas coyunturales, que sirven para mantener el estancamiento, pero no para avanzar hacia la innovación y el desarrollo tecnológico.
Aunque el país ha hecho algunos esfuerzos en este sentido y el Sistema de Seguimiento de las Metas del Gobierno sostiene que la locomotora de innovación ha cumplido en estos tres años en 63,6, la realidad es que no existe una estrategia integral, con plazos y metas definidos para alcanzarla.
Hay que medir no solo los resultados cuantitativos, sino los cualitativos. Las instituciones ejecutoras (DNP, Sena, Innova, Colciencias) andan cada cual por su lado.
Apenas se invierte 0,17 por ciento del PIB en investigación y desarrollo. No hay acuerdo sobre cuál debe ser la participación del Estado y si ella debe reducirse a los microproyectos o contemplar también a los macro. Una estrategia ambiciosa debería concentrarse en estos últimos y aspirar a que empresas ‘tractoras’ o de ‘arrastre’ permitieran al país avanzar en la carrera de la competitividad.
Manuel José Cárdenas
Consultor internacional
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