La sabiduría popular aconseja cuidarse mucho de los lobos con piel de oveja, es decir, de aquellos individuos que bajo un manto de inocencia y simpatía esconden su verdadero carácter violento y destructivo.
Con Óscar Iván Zuluaga pasa exactamente lo contrario: en su papel de candidato del Centro Democrático se ha convertido en una oveja con piel de lobo (o tal vez sería más adecuado decir con piel de zorro).
Oscar Iván es una persona seria, preparada y con una amplia trayectoria profesional en los sectores público y privado; como dirían los cachacos es un tipo ‘chirriado’ y decente.
Pero al aceptar convertirse en el instrumento para que vuelva al poder el expresidente que compró su reelección le ha tocado ponerse encima la pesada piel de lobo de los métodos, el lenguaje y las tácticas del todo vale de la campaña uribista.
Da tristeza ver a una persona decente tener que resignarse a ser seleccionado como candidato en una convención amañada, en la cual la voz del capataz hizo callar a los partidarios de Pacho Santos, y tener que aguantarse que el derrotado lo calificara de ‘tramposo’.
Peor aún, verse obligado a abrazar, como su nuevo mejor amigo, a ese Pachito que lo insultó en público y aplaudir que ahora que ese ‘mal perdedor’ está en su campaña, haga el trabajo indecente de denigrar de su primo, el Presidente, en un comercial de televisión de mal gusto.
Es deprimente ver a una persona honrada tener que soportar que su amigo y ‘director espiritual’ de su campaña, Luis Alfonso Hoyos, contrate a un hacker ético para que ‘chuze’ y espié los correos del Presidente de la República, y haga el trabajo sucio y antipatriótico de sabotear el proceso de paz, llevando información ilegal a los noticieros de televisión.
Peor aún, tener que lavarse las manos y decir que todo eso fue a sus espaldas, como si no supiera que su jefe, el expresidente que mandó a ‘chuzar’ a la Corte Suprema, a periodistas y opositores, es un experto en las ‘chuzadas’ ilícitas.
Es lamentable ver a una persona sincera y frentera patinando en las respuestas, y no poder decir lo que piensa cuando los periodistas le preguntan por temas como la extradición de Panamá de la ‘chuzadora’del DAS, María del Pilar Hurtado, o por las presiones que recibió para sacar al superintendente Financiero Augusto Acosta, que se oponía a los negocios de los socios de InterBolsa.
Peor aún, saber que le va a tocar repetir esas evasivas cada vez que le pregunten por alguno de los muchos escándalos del Gobierno del expresidente del todo vale, y tenga que fingir que no sabe nada.
Es preocupante que una persona sensata y conciliadora tenga que repetir como disco rayado el discurso de las mentiras fantasiosas con que la campaña uribista ha dividido y polarizado al país: que el presidente Santos es comunista, que le va a entregar el país a la guerrilla, que va a acabar con el Ejército, que el Castro-chavismo se va a tomar el poder.
Peor aún, que de tanto repetir esas mentiras, él mismo termine creyendo que son verdad, incluso sabiendo que no tienen fundamento, como muchos colombianos obnubilados con los mensajes del twitter del expresidente de los falsos positivos.
Coletilla: como decía algún humorista, la campaña del Centro Democrático es la única en el mundo que para una elección presidencial tiene dos candidatos a la vicepresidencia, pues se sabe de quién es el verdadero poder.
Mauricio Cabrera G.
Consultor privado