La legislación debería reclamar el cumplimiento de las reglas de juego que permiten un mercado armónico y con posibilidades de desarrollo. Y digo debería, porque así como la ley empodera también empobrece cuando está mal diseñada e interpretada. Esta es una idea que toma mucha más fuerza al escuchar el caso de RRA, una firma boutique de abogados y consultores en derecho público e innovación social.
RRA es una compañía colombiana poco convencional desde su estructura y soporte conceptual. Sus iniciales hacen referencia a lo que la fundadora, Adriana Ruiz Restrepo, considera materia prima de un buen abogado: reglas, reformas y argumentos. “Es lo que yo hago como oficio: interpretar y comprender las reglas del juego, saber cómo se reforman sin dañar el juego y construir los argumentos efectivos para conseguir esas reformas”, manifiesta Adriana, abogada y politóloga especializada en derecho público y ciencia política, así como consultora y conferencista sobre desarrollo, política pública incluyente y fortalecimiento y regulación de entidades sin ánimo de lucro.
La idea de esta empresa nació en Nueva York, en 2007, cuando esta caleña estaba culminando su trabajo como asesora en la Comisión para el Empoderamiento Legal de los Pobres, donde no solo compartió con grandes líderes del mundo como Fernando Henrique Cardoso, Ernesto Zedillo, Gordon Brown y Madeleine Albright, sino que fue pieza clave al incluir las voces de terreno (desde el vendedor informal de Uganda hasta los indígenas de Chiapas) en el informe final sobre la correlación entre derecho y pobreza de dicha Comisión.
En esa recta final, y gracias a su labor como asesora en derecho público y sociedad civil dentro de ese órgano, que le implicaba relacionarse con grupos externos como empresas, bancos y universidades, entendió que si bien la planeación le corresponde a lo público-estatal y la gasolina a lo público-social, la tracción, el engranaje del cambio, lo dan las empresas y, sobre todo, aquellos empresarios decentes y líderes transformadores que le apuntan al desarrollo humano con oportunidades para los más débiles.
Por lo mismo, asumió que RRA debía defender a esos buenos empresarios y persuadirlos de no caer en un acto de corrupción para cerrar algún negocio.
Basada en la premisa de hacer innovación con pisos jurídicos, RRA se ha centrado en dos líneas: estrategia y defensa, sobre todo en el sector privado, aunque también ha trabajado con el sector público, destacando su asesoramiento a la Liga Árabe sobre empoderamiento y pobreza durante las reformas constitucionales de Túnez y de Egipto.
En cuanto a defensa, y por citar solo un ejemplo, RRA tumbó la última licitación de aseo del exalcalde Samuel Moreno, en la cual un cliente suyo deseaba participar. ¿A cuántos empresarios les toca casi que por obligación pagar una coima para ser tenidos en cuenta en una licitación?
Al final, por fortuna, su cliente no se corrompió ni quedó por fuera del negocio gracias al conocimiento profundo y a la argumentación, que despejó el camino en lo público-administrativo y en lo social-ciudadano.
En la línea de estrategia, se puede mencionar el caso de Alas de Colombia, una empresa de zoocría de mariposas para exportación y biocomercio, del Valle, que después de asumir los costos transaccionales por haber abierto el camino regulatorio para exportar mariposas y los costos de innovación, se tuvo que enfrentar a una competencia salvaje con las fincas vecinas que quisieron subirse al negocio.
Lo que hizo RRA fue extraerle el valor social; entendió que el negocio no era la venta de mariposas, sino de paz y desarrollo, y la empresa reformateó su discurso y la estrategia de publicidad. Resulta que la granja se encuentra en medio de fosas comunes y la compañíaa está generando desarrollo sostenible y empoderamiento de las mujeres de la región. Alas de Colombia era una empresa social y no lo sabía.
Por otro lado, y gracias a la labor de Ruiz Restrepo en Colombia como constructora de la teoría del cambio de los recicladores en el país, una firma consultora de Egipto contrató a RRA para una asesoría en el tema, puesto que las grandes multinacionales de aseo estaban teniendo grandes dificultades para limpiar El Cairo y Giza. ¿Los resultados? Aplicaron la misma teoría de cambio y los recicladores pasaron de la economía subterránea a licitar como operadores de aseo. Y es una lógica del deber ser: las rutas de reciclaje del sur global deberían estar salvaguardadas para las empresas comunitarias y solidarias de los recicladores, mientras las grandes empresas están dedicadas a grandes rellenos de basura.
Entonces, como podemos ver, el tema no es de izquierda o de derecha; se trata de no consumir el valor que otros generan, sino de compartir los beneficios de la cadena de valor. “Crear valor con la gente en pobreza es diferente a capturar valor de la gente en pobreza. El uno debería dar cárcel y el otro un Nobel”, enfatiza Adriana.
Para esta mujer, contemporizar para alcanzar un beneficio personal no hace parte de su juego. Le interesan la filosofía del derecho y la filigrana en los conceptos. Con eso en mente, ha definido cuatro orillas para RRA: negocios, Estado, sociedad civil y comunidad internacional, y la ha llevado a tener presencia en Europa, desde Ginebra e Inglaterra, en Nueva York y en Colombia, donde trabaja con dos socios más, Lucía Bohórquez y Nicolás Escalante, y un grupo interdisciplinario de abogados, ingenieros, economistas, productores de teatro, etc.
En este contexto, resulta relevante descubrir que existen posibilidades para los empresarios que no se permiten caer en acciones corruptas y que no venden sus principios. Hay un blindaje jurídico que vale la pena conocer, a pesar de que las leyes son un producto manufacturado por los hombres y les han permitido generar privilegios a unos pocos para doblegar voluntades hacia sus intereses.
La buena noticia es que se les puede hacer control de calidad y conocer las verdaderas reglas de juego gracias a empresas como esta, agentes que impulsan a los Estados a actualizar su rol como autoridad y a los empresarios a generar modelos de interacción más sostenibles.
Germán A. Mejía A.
bmLab Latam
germanmejia@bmlab.co
Un blindaje jurídico para ‘fair players’
El derecho, las empresas y las prácticas anticorrupción pueden jugar el mismo juego. Caso RRA.
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