Recientemente, nos alegramos, como país, al conocer que cerca de dos mil productores de aguacate Hass podrán exportar a Estados Unidos y dar así un paso histórico para el agro. La alegría se prolongó cuando salieron los primeros 12 contenedores cargados con 24 toneladas de fruta hacia Hong Kong, como muestra para abrir más puertas asiáticas. Pero las buenas noticias relacionadas con el denominado ‘oro verde’ no terminan ahí. Recorriendo Agrofuturo, en su versión número 11, conocimos más ejemplos que nos sirven para insistir en lo que tanto se ha dicho, pero que a veces parece ‘carreta’: en el campo hay mucho presente y más futuro.
En el aguacate se está dando toda una revolución comercial, tecnológica y agroindustrial. Incluso para quienes no exporten en fruta, las oportunidades crecen. Con ingenio e investigación se perfilan nuevas áreas de valor y con presencia -tan urgente- de los jóvenes. Ese es el caso liderado por el Sena, y que hoy llega a nosotros en forma de helado, yogures, granizados, protectores solares, y hasta cosméticos, elaborados todos a base de aguacate, libres de agroquímicos, colorantes artificiales y demás. Creatividad y sostenibilidad en su máxima expresión.
“Desde que tenía 4 años me estaban diciendo mis padres y familiares que tenía que estudiar para irme del campo; siempre pensé que podía estudiar para quedarme y eso fue lo que hice. Lo que queremos lograr ahora es transmitir ese mismo mensaje: que los jóvenes pueden trabajen por el campo si encuentran razones y motivaciones para hacerlo”. Así nos lo dijo Marleny Ramírez, una campesina de El Santuario, oriente antioqueño, agrónoma especialista en plantas medicinales, que desde hace seis años lidera, con el acompañamiento del Sena, un laboratorio de transformación de frutas y plantas en cosméticos. En su planta de proceso cuenta, con 31 mujeres jóvenes, cabezas de hogar, pero además con campesinos proveedores, bajo un modelo de equidad a través de contratos de compra.
Y como esta, Agrofuturo nos mostró cerca de 400 empresas dedicadas al desarrollo del campo; a la transferencia de tecnología y conocimiento; y a la comercialización e inversión en Colombia y Latinoamérica. Los visitantes sobrepasaron los 22 mil y los negocios proyectados, los 300 millones de dólares, cifras valiosísimas para el sector y que esperamos se traduzcan en esa visión que bien planteó la Feria: “del agro tradicional hacia un agro empresarial, innovador y sostenible”.
Los expositores internacionales visitantes fueron insistentes en el enorme potencial de Colombia para ser un jugador determinante en el agro mundial del futuro. Pero para que el proceso se consolide, es urgente una institucionalidad más decidida, clara y audaz, para, en conjunto, con los inversionistas, darle a la dinámica en marcha un ambiente de consolidación. México y Chile, tienen muchos aprendizajes en ese sentido.
Al felicitar a los organizadores de Agrofuturo, muy especialmente a ese gran emprendedor Ricardo Jaramillo, debemos destacar la importancia del acuerdo con Corferias para alternar la feria entre Medellín y Bogotá. Se consolidará así, sin duda, este importante encuentro de y por el agro.
Rafael Aubad L.
Presidente Proantioquia raubad@proantioquia.org.co