Treinta y ocho millones de personas más sufren hambre en el mundo con respecto al 2016, según el informe anual de la FAO sobre seguridad alimentaria y nutrición, publicado en septiembre pasado. Un dato más doloroso aún: unos 155 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica, que se refiere a la estatura demasiado baja para la edad y que es una clara indicación de que sus conexiones neuronales no se están formando con su máximo potencial.
Está pendiente conocer la cifra actualizada en Colombia, pero se presume que por hambre prolongada, unos 600.000 niños sufren desnutrición crónica en nuestro país. Es decir, esta cifra nada despreciable corresponde a ciudadanos que al no tener el desarrollo cognitivo, físico y emocional, pasarán el resto de su vida a medias, en una lucha desigual por la supervivencia y sin soluciones como el acceso a la educación superior que para ellos será casi imposible.
Es imperativo que en Colombia logremos desnutrición cero para menores de 5 años. Y para que esto ocurra tiene que hacerse antes algo consecuente, y esto es lograr la meta de hambre cero.
Estamos presentes y activos en esta necesaria lucha de garantizar el mínimo requerido para subsistir. Como reconocimiento a esta convicción, la Fundación Éxito recibió de parte del Centro de Información de las Naciones Unidas para Colombia y de la Red Colombiana del Pacto Global, promotores de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), la confianza de ser la abanderada en Colombia del objetivo de desarrollo sostenible ODS 2. De esta manera, promovemos que en el 2030 se ponga fin al hambre y se asegure una alimentación nutritiva, especialmente, durante la gestación y los primeros años de vida.
Un voto de confianza cargado de alta responsabilidad. Lo recibimos con el honor de una entidad que representa los derechos de los seres humanos más indefensos de este país en lo que respecta a su nutrición: los niños en alta vulnerabilidad, que no pueden escoger donde nacer y que llegan al mundo con todas las de perder. En virtud del conocimiento que hemos adquirido a lo largo de 34 años de trayectoria social, podemos decir que, aunque ambiciosa, esta causa es alcanzable. Reiteramos que no es imposible lograr un país sin hambre y con niños bien nutridos. Solo necesitamos luchar mucho más fuerte y más acompañados, porque en este camino hemos aprendido que hay otros ceros que funcionan para llegar victoriosos al 2030: llegar a cero de indiferencia ciudadana ante la realidad de nuestra niñez y a cero también de desinterés gubernamental (gobiernos locales incluidos) en la inversión en la primera infancia.
Apadrinar el ODS 2 incluye acciones como la promoción de alianzas y recursos, la sensibilización y la movilización social, la generación y divulgación de conocimiento. Cada acción nos indica y nos ratifica que se debe entender también que actuar solos es otro cero.
El hambre cero lo vale todo, pero sin unión y continuidad estaremos en cero.
Gonzalo Restrepo López
Presidente de la junta directiva, Fundación Éxito