En medio de la duda de los colombianos por cuáles serían los motores de crecimiento en el 2013, la subasta 4G se consolidó como un tema de trascendencia nacional que permitirá transformar la infraestructura móvil del país y empujar la economía hacia mayores niveles de desarrollo.
Con el despliegue de esta nueva tecnología, Colombia ingresará al selecto grupo de países que disfrutan de los beneficios de las altas velocidades de conexión a internet.
De esta manera, más que el posicionamiento internacional de Colombia, la tecnología 4G aportará beneficios no solo en materia de conectividad, sino también directamente en la productividad y competitividad de todos los ciudadanos.
Un estudio sobre ‘La contribución de la infraestructura a la actividad económica Colombiana 1950-1994’, realizado en su momento por el actual Ministro de Hacienda y prestigiosos académicos, concluye que, por cada punto de inversión en infraestructura de telefonía, se incrementa en 0,53% el PIB nacional.
Años más tarde, una investigación presentada por la Comisión Europea: ‘El impacto de la banda ancha en el crecimiento y la productividad’, reveló que se llega a la misma cifra, pero estimó que el impacto en términos de banda ancha es prácticamente el doble del calculado para telefonía. Adicionalmente, para su efecto se calcula que se hace mayor en la medida que los países progresan, generando así un círculo virtuoso en el que más inversión en infraestructura genera un mayor desarrollo económico.
Teniendo en cuenta este contexto, la semana pasada el Ministerio TIC hizo públicos los resultados de la primera encuesta sobre el uso de la tecnología en el país, la cual registró que más del 30 por ciento de los colombianos aspira a tener una tableta o portátil, lo que significa que los términos de la subasta representan las necesidades de los ciudadanos.
Lo más destacable de estos estudios, que han inspirado al Gobierno y a su plan Vive Digital, es que muestran que el “efecto locomotora” de la tecnología y las comunicaciones preexiste por los encadenamientos que esto genera.
Es decir, el impacto positivo para el progreso no es propiamente el que se deriva de la instalación de las redes, sino el que resulta gracias al uso de la tecnología. Es aquí donde el ciudadano toma protagonismo, pues hace tan solo tres años consumía 1 MB de datos por mes, principalmente conectado a un PC de escritorio. Hoy, el usuario colombiano consume más de 2 MB a través de portátiles, tabletas, consolas de juegos e incluso televisores, según los últimos reportes del Ministerio TIC.
En consecuencia, tal realidad ha sido bien entendida por el Gobierno Nacional y por ende, el objetivo de la subasta de espectro no solo concierne a la instalación y el levantamiento de infraestructura para redes 4G en el país, sino que estas sean aprovechadas intensivamente a través de una cantidad importante de dispositivos.
Paralelamente, el presente evidencia un panorama privilegiado, pues tanto computadoras y dispositivos inteligentes vienen sin el impuesto IVA ni aranceles, destacando también un gran avance con las conexiones de banda ancha para estratos 1, 2 y 3. Por ello, y frecuentemente, hemos sido testigos de cómo el equipo del Ministro TIC ha entregado tecnología a escuelas públicas, abriendo el camino, a lo que la propuesta del gobierno para la subasta 4G incluye la entrega de más de 1 millón de laptops y tabletas a estudiantes y escuelas de bajos recursos.
Por lo anterior, el esquema de política que está promoviendo el Ministerio de las TIC para que el desarrollo de la red 4G vaya de la mano con el uso de los dispositivos es un paso acertado hacia el avance de la alfabetización, la reducción de la pobreza y el aumento de la prosperidad en Colombia.
David González, gerente general de Intel Colombia.