Con este título, la Asociación Nacional de Empresarios presentó al Gobierno Nacional un petitorio que busca garantizar el salto en la competitividad sectorial.
Se ha anunciado que en los próximos días se oficializarán una serie de medidas gubernamentales encaminadas a lograr ese propósito.
Quisiera analizar dos de las propuestas de la Andi.
La primera es la solicitud para que se sigan implementando las medidas cambiarias necesarias para lograr mantener una tasa de cambio competitiva.
Aquí cabe preguntarse si esto será suficiente para lograr una menor revaluación del peso. En una reciente conferencia, Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, señaló que estas medidas son insuficientes. Indicó el expositor que “la verdadera causa de la revaluación obedece a un balance fiscal insuficiente”.
“El déficit del Gobierno Central se mantiene en 2,4 por ciento del PIB. El déficit fiscal obliga al Gobierno a endeudarse y a Ecopetrol a vender divisas para pagarle los impuestos al Gobierno.
Si el Estado se endeuda internamente, induce flujos de capital de portafolio.
Estos últimos se estimularon, adicionalmente, mediante la reducción de la tarifa impositiva del 33 al 14 por ciento en la reforma aprobada en el mes de diciembre”. Lo anterior, en blanco y negro, quiere decir que si quiere una tasa de cambio menos revaluada, es imprescindible que el Gobierno Nacional reduzca el gasto público o aumente los ingresos fiscales.
La segunda solicitud que se le hace al Gobierno es la de poder contar con costos de energía que sean competitivos internacionalmente.
Para ilustrar la solicitud se presenta una tabla comparativa de los precios de la energía eléctrica para el sector industrial, en la cual el costo en Colombia está por encima de la línea media de la región.
El documento de la Andi señala: “estamos liderando un estudio sobre este sector, contratado de manera conjunta entre el sector público y el privado, el cual permitirá identificar las oportunidades de mejora de cada una de las actividades necesarias para la prestación del servicio de energía (...)”. Los industriales esperan que con los resultados el Gobierno responda con acciones inmediatas hacia el segundo semestre del 2013.
Ojalá el estudio tome en cuenta los costos adicionales que representa para Colombia estar preparado con una infraestructura paralela para atender fenómenos como el de ‘El Niño’ y la redundancia requerida por el permanente asedio terrorista a la red de transmisión eléctrica.
En cuanto al gas natural, somos conscientes de la importancia que este insumo tiene para algunos subsectores industriales, especialmente aquellos que requieren energía calorífica.
Es vital poder llegar a estas plantas con precios competitivos.
Para lograr este propósito, se requiere la implementación de unas medidas que están en proceso de promulgación en la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg). Estas son:
1. El desmonte del precio regulado del gas proveniente de los campos de La Guajira. Considera la Creg que la metodología de precios cumplió su cometido, pero que la nueva realidad requiere que los precios de venta pasen a valores de mercado. A finales del año pasado fue expedida para consulta la resolución en la cual se desmonta el precio regulado. Hemos señalado que para lograr precios competitivos en la Costa norte es esencial que también se aprueben las inversiones de ampliación del gasoducto de la Costa norte, que permita incorporar nuevos volúmenes de gas del área de Sucre y mayores volúmenes de La Guajira.
Al aprobar las tarifas de transporte, la Creg desestimó algunas de estas inversiones e hizo complejas algunas otras, con el argumento de que no estaba comprobada la mayor demanda.
El paso del tiempo ha mostrado que existe una mayor oferta de gas y un mercado que se puede beneficiar de la misma, por una mayor competencia. Todavía es tiempo de remediar esta situación.
2. La Comisión de Regulación ha puesto a consideración los procedimientos que se deben seguir para que los productores vendan su gas en el mercado mayorista. La propuesta desestima la buena experiencia que se dio en la última negociación, en la que se estableció, que previamente a la negociación, se realizaría un balance de oferta y demanda para determinar los volúmenes disponibles y demandados de gas natural.
Si la oferta excedía la demanda, se vendería el gas mediante acuerdos bilaterales. Gracias a este esquema se lograron formar precios eficientes, que permitieron atender la totalidad de la demanda a precios competitivos.
Hemos reiterado que cambiar lo que ha resultado positivo no tiene sentido. Gracias a esa reglamentación, en la negociación precedente (año 2010), se pudieron reducir los costos en boca de pozo en más de 50 por ciento en el interior del país.
Preocupa que un esquema de comercialización bajo el mecanismo de subasta pública, propuesta por la Creg, distorsione esos buenos resultados, con unos efectos perversos a largo plazo (5 años).
3. A finales del año anterior, la Creg publicó la propuesta para regular la metodología de distribución. Para que los distribuidores de gas puedan atender a precios más competitivos a los industriales, es vital que se mantenga la flexibilidad en los rangos de consumo (canasta de tarifas), incluida en la propuesta regulatoria.
Estas medidas, que están en manos de la Creg, donde los ministros de Hacienda, de Minas y Energía, y el Director de Planeación Nacional tienen asiento, permitirían a los industriales contar con gas a precios más competitivos.
Eduardo Pizano
Presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural.