LA FED JUGANDO CON LOS TÉRMINOS
“No es porque hemos quitado la palabra paciente, que nos estamos volviendo impacientes”. Esta frase de la presidenta de la Reserva Federal fue suficiente para traer volatilidad y movimiento en el mercado. Más específicamente, podría ser interpretada como si la primera subida de tasas no fuera a ocurrir en los próximos dos encuentros de la FED. De hecho, el euro se recuperó desde un nivel de 1,0460 para rebotar hacia 1,1050, una corrección del dólar que fue creada por la precedente anticipación de los inversionistas, referente a una subida de tasas de interés inminente por parte del Banco Central americano. Con esta anticipación, el mercado no había contado con los objetivos de inflación de la FED a 2% y menos con la bajada del petróleo que empujó a la baja el Índice de Precios al Consumo, de un nivel de 2% en julio del 2014 a 0% en febrero del 2015.
Dado que la FED está esperando señales de inflación al alza antes de subir las tasas, no parece probable que haya una confirmación en abril y que la entidad suba las tasas en cita de junio. Al contrario, de acuerdo al informe de marzo, elaborado por Credit Suisse Private Banking & Wealth Management Investment Strategy, es necesario más tiempo para tener una confirmación de una subida de inflación, por eso desplazamos la previsión de la primera subida, de junio hacia septiembre.
Otro cambio importante en el pronóstico del Fomc fue la previsión media del nivel de las tasas Fed Fund, que bajaron de 50 puntos básicos a 0,625% para el 2015 y de 60 puntos básicos a 1,875% para el 2016. Este ajuste permite deducir que será difícil ver más de dos subidas de tasas este año y que aumentarán de forma gradual en el 2016. Otro dato negativo, que podría ser otra razón para que la FED no suba las tasas de forma agresiva, fue la creación de empleo en marzo. Las cifras salieron por debajo de lo esperado, a 126.000, en contra de los 235.000 esperados por el mercado y 288.000 el mes anterior, el nivel más bajo desde diciembre 2013.
PREVISIÓN POSITIVA PARA EL DÓLAR
La reciente consolidación no está alterando nuestra convicción de un dólar más fuerte, al contrario, Credit Suisse Private Banking Research bajó su objetivo sobre el euro en contra del dólar de 1.08 a 1.02 en 3 meses y de 1.05 0.97 en 12 meses. Aunque el incremento de las tasas podría ser más gradual de lo esperado inicialmente, seguimos con un diferencial de política monetaria entre EE. UU. y los otros países, donde la fortaleza de la economía americana empujará al Banco Central a subir las tasas a un cierto punto, al revés de Europa o de las mayorías de los países. Además, la suave desaceleración económica que se está viendo desde hace unos meses en ciertos indicadores americanos no ha parado el alza del dólar desde el inicio del año, eso nos hace pensar que la divisa podría seguir subiendo aún más cuando los datos económicos se vuelven favorables.
La inyección de liquidez de parte del Banco Central Europeo, comprando bonos de gobiernos europeos, es también un factor que favorece más el repunte del dólar en comparación con el euro, dado que la mayoría de los vendedores de bonos de gobiernos europeos son inversionistas extranjeros. A septiembre del 2014, los extranjeros tenían 2,5 trillones euros de los 7,3 trillones bonos europeos en el mercado, si el BCE compra de forma proporcional, los extranjeros venderían 17 billones de euros por mes de bonos de gobiernos europeos, unas ventas que podrían ser reemplazadas por compras afuera de la zona europea.
ANÁLISIS TÉCNICO DEL EURO EN COMPARACIÓN CON EL DÓLAR
Mirando la fluctuación de los precios del 2004 al 2005, el euro, en comparación con el dólar, fluctuó arriba del nivel clave de 1,18-1,20, con una subida extrema a 1,60 durante el 2008, en el cual el dólar fue impactado por la crisis financiera. Después del 2008, los precios han fluctuado en un rango lateral de 25% hasta finales del 2014. Por primera vez desde el 2004, en enero del 2015, los precios han quebrado a la baja este soporte importante de 1,20, confirmando que una nueva tendencia a largo plazo arrancó desde del punto alto de mayo del 2014 a 1,3990.
Después de 9 meses consecutivos de subida del dólar, es cierto que la moneda americana está en una situación de sobrecompra, en la cual una consolidación a corto plazo podría llegar y mantener los precios en un rango entre 1,05 y 1,10 durante unas semanas. Sin embargo, la presión a la baja del euro es fuerte, y las posiciones netas abiertas de futuros están a niveles históricos de -221.000 contratos, lo que demuestra el sentimiento negativo del euro y positivo del dólar.
Sabiendo que los precios son indicadores avanzados de los que se espera en el mercado, un cambio de tendencia tendría que venir primero por una configuración gráfica que por un cambio fundamental. En muchos casos, los cambios de tendencia se hacen con formación típicas de precio, señalando un cambio de tendencia (de tipo triángulos, doble o triple fondos), como se vió en el 2002, cuando el euro estaba a niveles de 0,90, una formación técnica que aún no se ve.
Philippe Preite
Consultor de inversiones, Credit Suisse, Panama.