El de ayer no fue un buen día para los precios del petróleo en los mercados internacionales. Confirmando una tendencia descendente que comenzó en julio, el crudo regresó a los niveles vistos en enero: algo más de 45 dólares para el barril de la variedad WTI y menos de 50 para el de la categoría Brent.
El motivo central es que la oferta global supera todavía –y con creces– a la demanda. A pesar de cierto repunte en el consumo, el exceso es de tal magnitud que las expectativas de un alza en las cotizaciones del combustible han sido desvirtuadas por la realidad.
Semejante perspectiva impacta directamente a Colombia. Así quedó en claro ayer, cuando el dólar dio otro salto y se ubicó en 2.904,77 pesos, según la tasa representativa que regirá mañana. Debido a ese nuevo punto, la devaluación en los pasados 12 meses ya sobrepasa el 55 por ciento.
Tal como van las cosas, es muy factible que se supere la marca histórica en términos nominales, establecida el 11 de febrero del 2003. En esa fecha, el precio de la moneda estadounidense llegó a 2.968,88 pesos, tras lo cual empezó a descender de manera lenta.
Es imposible saber si en esta ocasión pueda suceder algo similar, pero no hay duda de que las condiciones actuales no son las más propicias para que llegue un alivio. Todo apunta a que las exportaciones seguirán cayendo de forma significativa, acentuando el saldo en rojo que tenemos en la balanza comercial.
Saber en qué magnitud esa perspectiva impacta el tipo de cambio es imposible. Sin embargo, no hay duda de que el ánimo de los inversionistas se ha deteriorado. El retroceso que experimentó ayer la bolsa de valores llegó al 1,4 por ciento, con lo cual la caída en las acciones durante el 2015 va en 14,1 por ciento. Y no parece que el piso esté cerca.
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@ravilapinto