Todavía no se han podido poner de acuerdo los analistas sobre el verdadero significado de los datos respecto al mercado laboral colombiano, al cierre del primer semestre del 2014. El motivo es que la tasa de desempleo en junio pasado fue igual a la de un año atrás –9,2 por ciento–, después de que de manera consistente el nivel visto en los meses anteriores fuera muy inferior.
¿Quiere decir eso que hay un cambio de tendencia significativo? No necesariamente, señalan los especialistas. Y es que la proporción de personas que salieron a buscar trabajo, según la medición más reciente, tuvo un salto significativo que hizo que la base de comparación sea muy diferente.
De hecho –sostienen aquellos que insisten en que no hay que preocuparse–, el número de personas ocupadas se incrementó en 487.000 individuos. Bajo esa percepción, la economía fue capaz de absorber un sorpresivo aumento en la oferta de trabajadores.
Por otra parte, en las 13 áreas metropolitanas más grandes, el desempleo bajó del 11,2 al 10,7 por ciento entre un año y otro. Eso quiere decir que en donde se concentran los puestos de mayor calidad, las cosas siguieron evolucionando positivamente. De manera complementaria, la cantidad de asalariados se volvió a expandir, lo cual sugiere que la informalidad continúa en retroceso.
Lo anterior no quiere decir que haya que bajar la guardia. Más allá de los argumentos de tipo estadístico, hubo elementos que por lo menos constituyen un campanazo de alerta. Por ejemplo, en una tercera parte de 24 capitales analizadas creció la desocupación cuando se mira el trimestre móvil, algo que no sucedía hace un tiempo.
Otras señales también llaman la atención. La industria sigue disminuyendo sus nóminas, mientras que el transporte y la agricultura registran igualmente contracciones. El área de mejor desempeño parece estar atada al sector público por cuenta de la temporada electoral, pero ese efecto habría desaparecido una vez terminados los comicios.
Tales elementos de tono contradictorio obligan a esperar los resultados de julio. Dependiendo de lo que suceda en ese mes, habrá una mayor claridad sobre si el viento está cambiando de dirección o no. Mientras tanto, las autoridades deberían tomar nota, porque si algo le ha ayudado a la demanda interna es la creación de puestos. Y eso es algo en lo que no se puede dar marcha atrás.
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