Pero en México el mismo día, la determinación fue la de recortar en un cuarto de punto porcentual el costo de esos recursos, hasta el 3,5 por ciento anual.
El contraste entre uno y otro país revela, a su manera, las diferencias en la marcha de ambas economías.
Mientras la colombiana parecería haber acelerado su ritmo, según los cálculos del Emisor, la mexicana va a un paso lento.
Según los cálculos más recientes del Fondo Monetario Internacional, el Producto Interno Bruto del país azteca llegaría tan solo al 1,3 por ciento este año, muy por debajo de lo que se pensaba a comienzos del 2013. De hecho, en el primer trimestre tuvo lugar un fuerte frenazo y en el segundo una contracción.
Las causas de lo sucedido son varias. Los expertos culpan en primer lugar a Estados Unidos, cuyas compras originadas en su vecino del sur han tenido poco dinamismo.
Al mismo tiempo, la administración de Enrique Peña Nieto ha resultado ser mala a la hora de ejecutar el presupuesto público, lo cual, combinado con una dosis de austeridad fiscal, le ha quitado vigor al consumo interno.
Como si eso fuera poco, el clima tampoco ha ayudado.
La temporada de huracanes, típica de esta época del año, ha golpeado con particular dureza al territorio mexicano, traduciéndose en pérdidas millonarias y en daños serios a la infraestructura.
Todo lo anterior hace pensar que la reactivación se demora.
De hecho, las expectativas para el 2014 no son muy alentadoras, por lo cual la política de bajas tasas de interés se mantendría presente, por lo menos hasta que el temporal actual pase.