Los abultados bolsillos de los fondos de pensiones y de seguros están bajo una creciente presión por invertir en activos más riesgosos de países emergentes y en vías de desarrollo con el fin de elevar su rentabilidad, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las inversiones tradicionalmente seguras de los países industrializados están rindiendo poco o casi nada debido a las tasas de interés bajas, lo que menoscaba a los vehículos inversores de fondos de pensiones y aseguradoras, dijo el Fondo en un capítulo de su informe sobre Estabilidad Financiera Global. Planes de pensiones en Canadá, Alemania, Japón, Suiza, Gran Bretaña y EE. UU. están en peligro de no ser capaces de cubrir lo que le deben a su beneficiarios, afirmó el FMI.
Una forma de evitar el déficit sería volverse más agresivos y apostar por los activos más riesgosos, sostuvo Laura Kodres, subdirectora del departamento de mercados monetarios y de capitales del FMI.
La ejecutiva dijo que hasta ahora los fondos de pensiones han sido reacios a adquirir activos más riesgosos. Pero un sondeo del FMI reveló que cerca de un quinto de los encuestados espera una mayor exposición en sus carteras en los próximos tres años.
Invertir en mercados emergentes era visto como una forma de aumentar el retorno de una cartera sin tomar riesgos excesivos, afirmó el organismo. El informe estima que fondos de riqueza soberana poseen actualmente cerca de 4,7 billones de dólares en activos, mientras que las reservas en moneda extranjera totalizan cerca de 10 billones de dólares.
El FMI afirmó que los activos alternativos como las materias primas, los bienes raíces, la infraestructura y los fondos de cobertura estaban llamando cada vez más la atención de los inversionistas, pero que hasta ahora había poca evidencia de un cambio en esa dirección.