No deja de ser una gran ironía que justo cuando los precios del petróleo en los mercados internacionales se descolgaron, Colombia se afirme en un nivel de producción de crudo superior al millón de barriles mensuales. Pero es lo que volvió a ocurrir en enero, de acuerdo con lo informado este miércoles por el Ministerio de Minas.
Según la entidad, la cifra precisa fue de 1’034.500 barriles diarios en promedio, que representan un alza del 2,7 por ciento en comparación con el dato de diciembre. A su vez, la extracción de gas natural también aumentó 1,6 por ciento hasta los 1.059 millones de pies cúbicos diarios.
Para los conocedores de la situación, las razones de lo ocurrido son primordialmente dos. De un lado, la incidencia de ataques terroristas ha disminuido, debido, en parte, a la tregua unilateral decretada por las Farc, que se ha expresado en menos voladuras de oleoductos o quemas de camiones cisterna.
El segundo factor tiene relación con las protestas sociales que, igualmente, se han reducido. Tal parece que en varias comunidades hay el acuerdo tácito de no apretar más a la que alguna vez fuera la gallina de los huevos de oro. De lo contrario, los recortes de personal –que ya se han hecho evidentes– podrían acentuarse.
Si a lo anterior se le agrega que algunos cuellos de botella relacionados con el licenciamiento ambiental se han superado, es posible esperar que el millón de barriles se mantenga. Ello haría menos fuerte el efecto de la caída en precios que se compensaría, en parte, con una mayor cantidad.
Queda, sin embargo, la inquietud sobre el efecto que tendrá el escenario actual de precios sobre las operaciones de mayor costo, que podrían suspenderse. Ahí está el gran interrogante.
Ricardo Ávila Pinto
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@ravilapinto
