En el segundo trimestre de 2013, la economía colombiana creció 4,2 % anual (en adelante, siempre se hará referencia a crecimientos anuales), por encima del aumento de 2,7 % del primer trimestre y del pronóstico de 3,4 % del Banco de la República. Aunque el dato también superó un poco nuestro pronóstico de 3,9 %, la mayoría de rubros registró un comportamiento similar al que anticipábamos.
Bajo este contexto, y teniendo en cuenta la decisión de la Fed en EE. UU. de mantener inalterado el ritmo de compras de activos y los positivos datos locales de producción industrial y comercio al por menor en julio, ratificamos nuestra expectativa de que el Banco de la República mantendrá en 3,25 % la tasa de interés de intervención en su reunión de este viernes.
COMENZÓ EL REPUNTE
Desde hace varios meses anticipamos que la fase de desaceleración de la economía local había tocado fondo en los primeros tres meses del año, y que a partir del segundo trimestre iniciaría un repunte. Los datos reportados la semana pasada son evidencia de que la política monetaria expansiva implementada desde el segundo semestre de 2012 y los programas del Gobierno para estimular la economía (como el de 100 mil viviendas gratis y el PIPE), empezaron a reflejarse con más fuerza en el segundo trimestre del 2013.
El consumo privado aceleró su crecimiento de 3,5 % en el primer trimestre a 4,4 % en el segundo (esperábamos 4%), como resultado de incrementos superiores a 4,2 % en todos sus componentes. La mayor recuperación la registró el gasto en bienes durables, que pasó de caer 0,9 % en los primeros tres meses del 2013 a aumentar 4,5 % en el segundo trimestre. Creemos que esta situación se debe principalmente a la transmisión de la política monetaria expansiva del último año, teniendo en cuenta que este rubro es muy sensible a las tasas de interés.
En línea con nuestra expectativa, el consumo de los hogares (más del 60 % del PIB) fue uno de los principales responsables del repunte de la economía en el segundo trimestre, al aumentar su contribución al crecimiento del PIB en 0,6 puntos porcentuales con respecto a lo que contribuyó en el primer trimestre del año.
La inversión fija moderó su crecimiento a 4,4 % (esperábamos 6,5 %), desde 6,1 % en el primer trimestre, como resultado de los desempeños mixtos de sus componentes. El componente de maquinaria y equipo (30 % de la inversión fija) aceleró su crecimiento de 0,3 % en los primeros tres meses a 4,3 % en el segundo trimestre, reflejando el repunte de los sectores minero-energético e industrial e incorporando en mayor medida el estímulo monetario, mientras que la contracción del componente de equipo de transporte pasó de 9,5 % a 13,5 % (esperábamos una caída de 8,6 %). Lo anterior estaría relacionado con la entrada en funcionamiento de oleoductos, lo que ha desincentivado la compra de vehículos de carga por parte del sector petrolero.
Por su parte, el componente de construcción y edificaciones se mantuvo como el de mejor desempeño dentro de la inversión fija, reflejando el impulso del programa de 100 mil viviendas gratis y del Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (PIPE), aunque moderó su crecimiento de 10,2 % en el primer trimestre (revisado desde 16 %) a 8,6 % en el segundo. Esta fue una de las principales sorpresas frente a nuestros pronósticos, pues el Censo de Edificaciones reportó un crecimiento de 19 % en el área causada total, similar a nuestra expectativa de 18 %.
Por otro lado, la inversión en obras civiles moderó significativamente su crecimiento de 16,1 % en el primer trimestre a 5,1% en el segundo. De esta forma, la inversión fija redujo en 0,3 puntos porcentuales su aporte al crecimiento del PIB.
Como lo anticipamos, la contribución negativa de la variación de existencias al crecimiento de la economía se moderó, al pasar de -0,6 puntos porcentuales en los primeros tres meses del 2013 a -0,3 puntos porcentuales en el segundo trimestre, relativamente en línea con la evolución reciente de los balances de expectativas de producción y de nivel de pedidos en las encuestas de confianza industrial de Fedesarrollo.
También nos sorprendió positivamente el comportamiento de las exportaciones, que crecieron 7,9 % en el segundo trimestre (esperábamos un crecimiento plano), frente a la caída de 2,7 % del primer trimestre. Por su parte, las importaciones pasaron de caer 0,2 % en los primeros tres meses del 2013 a aumentar 1,3 % en el segundo trimestre, por lo cual la contribución de la balanza comercial al crecimiento del PIB fue de +1,1 puntos porcentuales, frente a -0,5 puntos porcentuales en el primer trimestre.
LA CONSTRUCCIÓN SE CONSOLIDÓ
Los dos sectores que tuvieron el mejor desempeño en el segundo trimestre del 2013 fueron la agricultura, que creció 7,6 % impulsada por el sector cafetero, y la construcción, a pesar de que su crecimiento se desaceleró a 6,4 %, desde 13,4 % en el primer trimestre.
El sector minero-energético aceleró su crecimiento a 4,3 % (esperábamos 4,7 %), desde 2,2 % en el primer trimestre, como resultado de un aumento de 7,2 % del sector petrolero y de una contracción de 5,4 % del sector carbonífero, menor a la de 20,8 % del primer trimestre. La industria repuntó con un crecimiento de 1,2 % (esperábamos un comportamiento plano), desde -4,4 % en el primer trimestre, pero se mantuvo como el sector de menor dinámica en la economía.
IMPLICACIONES DE POLÍTICA MONETARIA
Tras la sorpresa positiva que constituye el dato del PIB para el Banco de la República, que esperaba un crecimiento de 3,4 %, y luego de la decisión de la Fed de postergar el desmonte de su programa de compra de activos, ratificamos nuestra expectativa de que BanRep mantendrá inalterada la tasa de interés de intervención en su reunión de este viernes y en lo que resta del 2013.
La decisión de la Fed ha generado cierto alivio en las condiciones financieras globales y locales, lo cual haría reconsiderar la necesidad de una mayor flexibilización monetaria local para contrarrestar los aumentos recientes de las tasas de interés de mercado a nivel global.
Julio César Romero, analista Macroeconómico de Corficolombiana.
Andrés Pardo Amézquita, gerente de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.