Pese a que el proceso de desindustrialización en Colombia y el mundo se ha extendido por varios años, el mal desempeño que evidenció el sector manufacturero local durante el periodo 2012-2013 fue notable. Aunque 2014 ha reflejado síntomas de recuperación moderada, estos han encontrado techo en: i) la desaceleración del crecimiento económico de los principales socios comerciales de Colombia; ii) el cierre completo de la Refinería de Cartagena (Reficar) desde comienzos de este año para culminar con su proceso de ampliación; y iii) las trabas al comercio con Ecuador y el creciente contrabando en la frontera con Venezuela. No obstante, en 2015 esperamos un repunte en el PIB industrial, cuya tasa de crecimiento se ubicaría en 3 %.
Durante 2012 y 2013 la industria registró uno de sus peores desempeños de la historia reciente. En efecto, el PIB industrial promedió una contracción de 1 % anual en esos años y la tasa de crecimiento se ubicó en terreno negativo en cinco de los ocho trimestres de ese periodo. En lo corrido del 2014 se observaron señales de recuperación moderada, aunque diversos factores coyunturales han diluido la posibilidad de que al final del año el PIB industrial registre un ritmo de expansión congruente con la tasa de crecimiento promedio de la última década (3 %). Aunque las cifras del primer trimestre de este año auguraban un punto de inflexión para la industria, el cierre de Reficar desde marzo y el efecto de una menor cantidad de días hábiles frente al mismo periodo de 2014, se vieron reflejados en una importante caída de la producción correspondiente a actividades relacionadas con el petróleo. Así el incremento de 3,3 % que registró el PIB manufacturero en los primeros tres meses del 2014 se revirtió rápidamente entre abril y junio, cuando se contrajo -1,4 %. Según nuestros cálculos, de mantenerse la tendencia, el efecto negativo directo del cese en las actividades de Reficar en el PIB industrial ascendería a 0,6 puntos porcentuales (p.p.) al finalizar 2014, mientras que el efecto total (teniendo en cuenta el efecto indirecto sobre subsectores encadenados) podría alcanzar los 3 p.p.
Por supuesto, la interrupción de la refinación de petróleo en Reficar no fue el único responsable de este débil episodio de la industria. También se sumaron las trabas comerciales que ha impuesto Ecuador a las compras externas de bienes industriales. En efecto, a raíz de la implementación de estas restricciones, las exportaciones a Ecuador, principal comprador de manufacturas colombianas en la actualidad, se han reducido en 6,9 % anual durante los primeros tres trimestres del 2014. Adicionalmente, el ingente avance del contrabando en la frontera con Venezuela, sumado a la significativa contracción de dicha economía, ha generado una ralentización de las ventas industriales a ese país.
En lo que resta del 2014 esperamos un leve repunte de la actividad industrial, con lo cual el sector crecería a una modesta tasa de 1,1 % al finalizar el año (frente al 0,9 % observado hasta el primer semestre). Por un lado, entre julio y septiembre el índice de Producción Industrial retornó a niveles positivos, jalonado por los ingenios azucareros y las bebidas. Por otro lado, el componente de percepción económica actual del Índice de Confianza Industrial de Fedesarrollo se sitúa en niveles muy superiores a los registrados durante los últimos años, sugiriendo un mayor dinamismo de la demanda de bienes industriales en los últimos meses del año.
Un mayor repunte se hará esperar hasta 2015, pues creemos que una mezcla de factores externos e internos guiará el ritmo de expansión de la industria a niveles cercanos a 3 %. En primer lugar, una tasa de cambio más alta otorgará un mayor respiro a la industria local y apoyará un mayor grado de competitividad a los productos nacionales. En segundo lugar, es posible que los aspectos que han obstaculizado las exportaciones a Venezuela y Ecuador disminuyan en alguna medida, especialmente si se tiene en cuenta que tanto EE. UU. como la Comunidad Andina de Naciones han comenzado a generar presiones para que las autoridades ecuatorianas reversen los nuevos requerimientos, y que las medidas que buscan frenar el contrabando con Venezuela se han endurecido significativamente desde agosto de este año.
A nivel interno, la entrada en funcionamiento de Reficar, cuya capacidad instalada se duplicará, evitará que el subsector de refinación de petróleo le siga restando dinamismo al sector industrial (si la refinación de petróleo hubiera crecido 0 % en lo corrido de 2014 a septiembre, la producción habría crecido 2,3 % anual -y no 1,6 % anual, que es el dato observado-). Adicionalmente, prevemos que los nuevos programas de estímulo a la construcción de vivienda (plan ‘Mi Casa Ya’ y la iniciación de la segunda fase del programa de vivienda gratuita) tendrán un impacto parecido -o incluso mayor- al generado por los que se implementaron a finales del 2012 y comienzos del 2013 (plan PIPE), ya que son de magnitudes similares. La segunda fase de construcción de 100 mil viviendas gratuitas es igual a la del 2012, pero el plan ‘Mi Casa Ya’, de altos subsidios para 100 mil viviendas, está pensado para hogares con ingresos entre 2 y 4 salarios mínimos (y no entre 1 y 2 salarios mínimos como en el ‘Pipe’), así que la demanda podría ser por residencias más costosas, las cuales generan mayores aportes de valor agregado. De esta forma, esperamos que las nuevas medidas del Gobierno, cuya iniciación está prevista para enero del próximo año, den un nuevo aire a los subsectores ligados a la construcción, que ya venían evidenciando claros indicios de desaceleración y su participación en producción manufacturera total es superior al 30% .
Juan Sebastián Betancur
Analista Cambiario y Sectorial
Camilo Rincón
Analista de Investigaciones Económicas