En el 2014, la inestabilidad política de Medio Oriente continuará ligada al cumplimiento de los acuerdos de Siria con Rusia y EE. UU., y al camino que tomen las restricciones a Irán. Por su parte, el diferencial entre las dos principales referencias de petróleo podría pasar de los 8 dólares por barril (dpb) promedio en el 2013 a 6 dpb en el 2014, lo que continuaría con el proceso de normalización del comportamiento del WTI, luego de la desconexión que empezó a sufrir en el mercado internacional en el 2011. En consecuencia, estimamos un precio promedio anual de 96 dpb para el WTI y de 102 dpb para el Brent en el 2014.
De esta forma, según la EIA (US Energy Information Administration), la oferta aumentará a un mayor ritmo (1,6 %, por encima del 0,9 % que se registró en el 2013), bajo los siguientes supuestos: el suministro de Irán se recupere de la fuerte caída que registró luego de las sanciones internacionales, y una reactivación de la producción en los Sudanes, Irak, Libia y Nigeria. No obstante, creemos que estos supuestos son altamente optimistas y que el riesgo de nuevos recortes en el suministro proveniente de esta región continuará durante el año. Mientras la producción en estos países se reactiva, la OPEP (liderada por Arabia Saudita) seguirá produciendo a máxima capacidad para compensar dichos faltantes.
En Egipto y Siria, el temor de un desborde del conflicto interno por un ataque de EE. UU. a Siria, causó una alta volatilidad en el mercado petrolero en el tercer trimestre del año, ante el eventual cierre del canal de Suez. Una situación similar suscitó Irán en el 2012, ante el riesgo de cierre del estrecho de Ormuz. El temor de una ‘yemenización’ de la situación, impulsada por el radicalismo religioso, fue el responsable de la prima de riesgo adicional sobre el precio del crudo en septiembre. El próximo año, Siria debe entregar sus armas químicas a Rusia, conforme el acuerdo que se alcanzó para evitar el ataque estadounidense en respuesta al uso de estas armas contra la población civil, en un evento que aún está por esclarecer. El precio podría afectarse nuevamente al alza si Siria incumple el acuerdo alcanzado.
Los problemas de producción de crudo en Irak, Nigeria, y Libia pueden afectar de una forma más directa el precio del crudo en el 2014. En Irak la violencia se ha intensificado, lo que podría empezar a afectar gravemente la infraestructura petrolera del octavo mayor productor de crudo del mundo. En Nigeria, la situación de inseguridad de los pozos, debido al aumento de los robos de crudo y el sabotaje a la infraestructura, ha reducido la producción significativamente en los últimos meses. Libia recuperó buena parte del nivel de producción de antes del conflicto, pero una serie de huelgas por mejores salarios y condiciones laborales deterioró la producción de forma significativa.
La situación en los Sudanes continúa estancada, a pesar de que la producción se pudo reiniciar solamente hasta abril del 2013; pues posteriormente fue interrumpida a finales de agosto y puesta en marcha nuevamente en octubre. A pesar del progreso en los diálogos, muchos factores que podrían interrumpir nuevamente la producción.
El crudo de referencia WTI continuará su proceso de alineación con el mercado internacional durante 2014, corrigiendo parte de la desconexión que se venía dando desde el 2011 por el exceso de oferta en Oklahoma. La ampliación de la capacidad de transporte al interior de EE. UU. es relevante, pues se espera que la producción de crudo aumente considerablemente a 13,2 millones de bpd en el 2014, considerablemente por encima de los 12,2 millones de bpd del 2013 y los 11,1 millones de bpd de 2012.
Finalmente, los excedentes de capacidad de la OPEP serán un factor que afecte al alza el precio, pues se situaban en tan solo 1,7 millones de bpd en septiembre del 2013, el nivel más bajo en 5 años y muy inferior al promedio de 3,1 millones de bpd desde el 2008. Sin embargo, la EIA estima que los excedentes se ajustarán al alza a lo largo del 2014, aunque esto dependerá de qué tan rápido se solucionen los problemas político-sociales en Medio Oriente.
DEMANDA
La demanda aumentaría 1,3 % en el 2014, acelerándose luego de haber crecido 1,2 % en el 2013, en línea con el leve repunte que esperamos para el ritmo de crecimiento de la demanda mundial. La demanda estará impulsada por el consumo de los países emergentes, quienes por primera vez en la historia consumirían una mayor proporción de crudo frente a los desarrollados.
China continuará siendo el principal consumidor de crudo de los emergentes, gracias al fuerte sustento que le brinda el alto nivel de crecimiento económico que se espera en el 2014. En EE. UU. el consumo permanecerá prácticamente estable en 18,7 millones de bpd (el más alto mundial). Sin embargo, la demanda por la referencia WTI al interior de EE. UU. aumentará, en detrimento de la de Brent, pues la nueva infraestructura interna permitirá que las plantas refinadoras de la Costa Este tengan un mayor acceso a este tipo de crudo. En Europa, la situación económica continuará deteriorada, afectando el consumo. Finalmente, la continuidad de la postura de política monetaria ampliamente expansiva en las diferentes economías desarrolladas (EE. UU., Europa, Japón e Inglaterra) seguirá apoyando el precio de los activos riesgosos, entre ellos el petróleo, aunque con un poco más de volatilidad por la incertidumbre asociada al desmonte de la compra de activos por parte de la Fed.
Luis Omar Herrera Prada,
Analista cambiario de Corficolombiana.