Estamos revisando ligeramente a la baja nuestro pronóstico de crecimiento del PIB de Colombia en el 2015 de 4,7% a 4,5%. Nuestra expectativa de unos precios del petróleo bastante menores el próximo año se traduce en un notable impacto negativo sobre los términos de intercambio y el ingreso nacional, por lo que esperamos una desaceleración de la demanda privada un poco mayor a la que anticipábamos. Sin embargo, este deterioro se compensará parcialmente por los nuevos programas gubernamentales de impulso a la construcción de vivienda.
En los últimos años la economía colombiana venía aumentando su vulnerabilidad a los precios internacionales del petróleo, a pesar de que solamente cuenta con 7 años de reservas probadas. Por ejemplo, el 20% de los ingresos fiscales dependen del sector petrolero, el 30% de la inversión extranjera directa se destina a ese sector, y el 56% de las ventas al exterior provienen de las exportaciones de petróleo. Por esta razón, los términos de intercambio (precios de bienes exportados sobre los de bienes importados), que son un determinante importante del crecimiento del ingreso nacional, son especialmente sensibles a los precios del crudo y su correlación es muy alta.
Las presiones de oferta que se han acumulado en el mercado del petróleo, en medio de una demanda mundial moderada, sugieren que un rebote de precios a los niveles observados hasta mediados de año es poco probable. Bajo este escenario, en el que posiblemente el próximo año los precios del crudo podrían ubicarse más de 10 dólares por debajo del promedio de este año, creemos que los términos de intercambio también serán sustancialmente menores en el 2015, con lo cual el crecimiento de la demanda privada local se desacelerará un poco más de lo que pronosticábamos anteriormente.
No obstante, la semana pasada el Gobierno anunció unos nuevos programas para impulsar la construcción de vivienda y creemos que compensarán parte de esa desaceleración.
La construcción de edificaciones recibió un importante impulso a finales del 2012 cuando el Gobierno anunció el programa de construcción de 100 mil viviendas gratis para los más pobres, y luego en el primer semestre del 2013 cuando anunció el Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (PIPE) que apoyaba la construcción de 86 mil viviendas urbanas y 14 mil rurales para familias de bajos ingresos (entre 1 y 2 salarios mínimos mensuales) con altos subsidios a la cuota inicial y a la tasa de interés de los créditos hipotecarios, y 32 mil viviendas para la clase media también con un importante subsidio a la tasa de interés.
Las cifras presentaron un fuerte repunte a lo largo del 2013, especialmente las de construcción de vivienda de interés social (VIS) que estaban en el epicentro de los programas gubernamentales, pero el impulso se fue agotando gradualmente y este año se ha evidenciado una importante pérdida de dinamismo. Sin embargo, estimamos que el impacto en el 2015 podría ser similar al que se registró en el 2013, pues la magnitud de los programas es comparable con la de ese entonces.
Primero, el Gobierno iniciará una segunda fase del programa de vivienda gratuita en el que se construirán otras 100 mil unidades.
Segundo, se anunció la continuación del programa de Vivienda para Ahorradores (VIPA) destinado a la construcción de 86 mil viviendas en ciudades intermedias. Este programa consiste de altos subsidios a la cuota inicial y a la tasa de interés para familias con ingresos de 1 a 2 salarios mínimos. El subsidio a la cuota inicial será un poco más alto comparado con el programa que existe actualmente y el de la tasa de interés es por 5 puntos porcentuales.
Tercero, se anunció un nuevo programa de subsidios para la adquisición y construcción de 100 mil viviendas para familias con ingresos de 2 a 4 salarios mínimos en ciudades intermedias. Este segmento de la población no había contado con este tipo de beneficios anteriormente. En este programa, conocido como ‘Mi Casa Ya’, también se otorgará un subsidio a la cuota inicial y a la tasa de interés por 4 puntos porcentuales.
Finalmente, se anunció un programa de leasing habitacional, y se otorgarán 130 mil cupos adicionales de subsidios a la tasa de interés (hasta 5 puntos) para viviendas nuevas de interés social.
Estos programas tendrán un costo fiscal de 8 billones de pesos; sin embargo, los recursos para 2015 ya fueron aprobados en el presupuesto y la forma como están estructurados permite que el Gobierno sólo haga los desembolsos a los constructores una vez se entreguen las viviendas. De esta forma, el presupuesto del próximo año incluye 1,2 billones para los programas de vivienda gratuita, 760 mil millones para el programa VIPA y 163 mil millones para los subsidios a la tasa de interés, mientras que el programa ‘Mi Casa Ya’ podrían no requerir desembolsos importantes en 2015.
Estos programas comenzarán a operar en enero del 2015. Dado que el enfoque es en viviendas de interés social y de interés prioritario (valor máximo de 85 y 45 millones de pesos, respectivamente), cuyo proceso de construcción típicamente toma entre 9 y 15 meses por su bajo nivel de elaboración, creemos que el impacto sobre el PIB en el 2015 puede ser significativo, especialmente en la segunda mitad del año. Por esta razón, creemos que el PIB de la construcción será el de mayor crecimiento el próximo año, con una tasa cercana a 9 %.
Andrés Pardo Amézquita
Gerente de Investigaciones Económicas de Corficolombiana