Este artículo es la segunda parte de nuestro análisis sobre el sector manufacturero en Colombia, en el cual analizamos aquellos subsectores manufactureros que están ligados al sector de construcción y que podrían verse beneficiados en el corto plazo por el Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (Pipe), según lo planteamos en la primera parte de nuestro análisis.
También realizamos una comparación del estado actual de las industrias frente a su situación de hace 5 años, identificando cuÁales han resistido el adverso entorno macroeconómico reciente.
Subsectores industriales ligados a la construcción
Dentro de los 47 subsectores que componen la industria en Colombia según la clasificación CIIU (sin trilla de café), identificamos al menos 21 que están ligados directamente a la actividad productiva del sector de la construcción y que potencialmente podrían verse beneficiados con los 1,5 billones de pesos que planea destinar el Gobierno en el 2013 para impulsar la construcción de vivienda a través del Pipe (el costo total es de 5 billones de pesos repartidos en los próximos años).
De las 21 industrias ligadas a construcción, tan solo una cuarta parte ha tenido un comportamiento favorable en el último año.
En orden de mayor a menor crecimiento anual, estos subsectores son: partes y piezas de carpintería para la construcción (20 %), industrias básicas de metales preciosos y no ferrosos (10,3 %), prendas de vestir y confecciones (3,3 %), productos de metal (2,3 %), e industrias básicas de hierro y acero (2,2 %).
Los subsectores que más se han deteriorado en los últimos doce meses terminados en marzo son, en su orden: otros productos de madera (-27,6 %), carrocerías para vehículos automotores (-17,2 %), productos de caucho (-15,3%), hilaturas, tejeduras y acabados textiles (-12,5 %), maquinaria y aparatos eléctricos (-10,7 %) y maquinaria de uso especial (-8,6%).
Al comparar la dinámica agregada del grupo de subsectores industriales ligados a la construcción frente a la del resto de la industria, se evidencia que su deterioro viene siendo mayor desde comienzos del 2011.
La producción industrial registró una contracción anual promedio de -5,9 % en el primer trimestre del 2013 y gran parte de esta estuvo asociada a la desfavorable dinámica de los subsectores industriales ligados a la construcción, los cuales representan cerca del 51 por ciento del sector industrial.
Según nuestros cálculos, la contracción anual de las industrias ligadas a la construcción durante el primer trimestre del año fue de -7,8 por ciento en promedio, aportando cerca de -4 puntos porcentuales a la caída de la industria en ese periodo, mientras que la contracción del resto de subsectores, durante el mismo período fue de -3,4 %, aportando -1,6 puntos porcentuales al crecimiento del sector manufacturero (este cálculo excluye las industrias madereras y las de papel y cartón).
Cambios estructurales de la industria en los últimos 5 años
La desaceleración que viene registrando la industria desde finales del 2011 hasta la actualidad es diferente a la que se registró hace 5 años. En el 2008-2009, el deterioro de los indicadores económicos era generalizado, y en el caso específico del sector manufacturero, todos los subsectores llegaron a registrar crecimientos anuales negativos.
En contraste, durante la desaceleración económica reciente hay varios subsectores que están resistiendo relativamente bien las adversas condiciones macroeconómicas para la industria, como es el caso de alimentos, bebidas, metalúrgicos básicos, metales y otro equipo de transporte.
Una de las principales diferencias entre la situación actual de la industria; con respecto a la situación de hace 5 años, tiene que ver con el negativo impacto que tuvo la crisis diplomática y comercial entre Colombia y Venezuela en esa ocasión.
Las exportaciones industriales hacia ese país venían de crecer a tasas muy favorables entre el 2004 y el 2008 (superiores a un crecimiento anual de 140% hacia finales de 2007), impulsadas por una creciente demanda interna en Venezuela y por unas condiciones especiales de venta en ese mercado, con precios remunerativos dados por una protección elevada pero que en otros mercados no podrían ser competitivos, algo que se conoce en la argot de los economistas como desviación de comercio. Bajo este contexto, las firmas locales gozaron de un acceso privilegiado al mercado venezolano, incluso sin tener un enfoque exportador, con lo cual Colombia se convirtió en el principal abastecedor de Venezuela de manufacturas y alimentos básicos.
Sin embargo, desde el 2009 las exportaciones hacia ese país empezaron a disminuir significativamente por tres aspectos fundamentales: una menor demanda de productos externos asociada a la crisis económica global, una caída en los precios internacionales del petróleo y las tensiones políticas y diplomáticas que se generaron entre ambos países.
En el cuarto trimestre del 2009, las exportaciones de manufacturas cayeron en promedio a un tasa de -22,2 %, de los cuales -29,5 puntos porcentuales fueron explicados por la caída de las exportaciones industriales hacia Venezuela.
Aún en la fase posterior de recuperación, las ventas a Venezuela mantuvieron su aporte negativo e impidieron una mejor dinámica de las exportaciones industriales: aunque en el trimestre móvil marzo-mayo del 2010 estas exportaciones crecían a una tasa anual de 13,5 %, las ventas hacia Venezuela caían -55,5 %, restando -18,6 puntos porcentuales al crecimiento de las exportaciones locales de manufacturas.
Durante el 2012 y en lo corrido del 2013, la dinámica de las ventas externas de la industria se ha estancado, reflejando fundamentalmente el débil crecimiento de los socios comerciales de Colombia. En particular, aunque esperábamos que las exportaciones industriales hacia Venezuela repuntaran moderadamente este año, teniendo en cuenta el mejoramiento de las relaciones diplomáticas y que desde el 19 de octubre del 2012 rige el Acuerdo de Alcance Parcial (AAP) entre ambos países, la difícil situación económica, política y social de ese país no ha permitido un mayor repunte de las exportaciones industriales locales.
Julio César Romero
Analista Macroeconómico de Corficolombiana.
Fabio David Nieto
Analista de Investigaciones de Corficolombiana.