Finalizando abril, en el coliseo de Yumbo, Valle del Cauca, el presidente Juan Manuel Santos llevó a cabo el lanzamiento oficial del programa ‘40 Mil Primeros Empleos’. Aparte de un nutrido grupo de jóvenes, lo acompañaban empresarios que durante los meses previos se habían sumado a la causa de crear puestos de trabajo para ayudar a sortear una de las principales barreras que enfrentan los recién egresados en el momento de conseguir su primer empleo: la inexperiencia.
A comienzos de la presente década, con la Ley 1429 de 2010, se generaron incentivos para la contratación de la población joven sin experiencia a través de la reducción de los costos de vinculación de esta población para las empresas. Este tipo de medidas contribuyeron a que la tasa de desempleo de jóvenes pasara de 19,9% en el 2010 a 15,8% en el 2014. Sin embargo, esta tasa sigue siendo muy alta: de cada dos desempleados del país, uno es menor de 28 años.
El programa ‘40 Mil Primeros Empleos’ es una iniciativa del Gobierno Nacional que busca dar a los jóvenes entre 18 y 28 años la posibilidad de adquirir experiencia en puestos de trabajo formales. Mientras el Gobierno se compromete a financiar los seis primeros meses de salario, prestaciones y seguridad social, las empresas inscritas deben garantizar que, por lo menos, el 60% de los jóvenes se quedarán un semestre más trabajando en ellas y que en las actividades que desarrolle el joven pueda poner en práctica los conocimientos adquiridos durante su aprendizaje. La formación de trabajadores sin experiencia representa un costo para cualquier compañía. Con este entendimiento, el Gobierno decidió asumir junto con ellas parte del riesgo que estas contrataciones representan, a cambio de que apoyen en la formación del joven en el puesto de trabajo.
La importancia de la generación de empleo en la población joven ha sido resaltada, entre otros, por el Banco Mundial. Según el informe Youth Employment Programs: An Evaluation of World Bank and International Finance Corporation Support (Programas de empleo juvenil: una evaluación del Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional), el desempleo juvenil no solo reduce el bienestar de la gente joven, sino que potencialmente afecta el desempeño y la estabilidad del resto de la economía. De allí que programas similares a ‘40 Mil Primeros Empleos’ también se hayan establecido en países como Suecia, Reino Unido, Sri Lanka, Bulgaria,Turquía, Argentina, México y Australia, entre otros.
Entre las iniciativas para promover el empleo juvenil, se resaltan aquellas que, como el programa ‘40 Mil Primeros Empleos’, desarrollan estímulos a la contratación en empresas. En su estudio Do Active Labor Market Policies Increase Employment? (¿Las políticas activas del mercado laboral aumentan el empleo?), Marcello Estavão, del FMI, señala que, entre las políticas que se pueden promover para mejorar la empleabilidad de la población, las más efectivas son aquellas dirigidas a generar incentivos a la demanda de empresas para que las personas puedan insertarse en empleos formales y adquirir una experiencia laboral relevante.
Las evidencias que arroja el mercado laboral colombiano refuerzan la necesidad de contar con este tipo de intervenciones. Según datos del Servicio Público de Empleo, el año pasado nueve de cada diez vacantes ofertadas exigían algún tipo de experiencia laboral previa, y cinco de cada diez exigían que esta experiencia fuera de por lo menos un año: así, los jóvenes sin experiencia en búsqueda de empleo no pueden presentarse sino a una de cada diez vacantes. Con este programa, 40 mil jóvenes podrán acceder a la mitad de las vacantes ofertadas hoy por las empresas.
La inversión para el desarrollo del programa es de 300.000 millones de pesos en el 2015, lo que equivale a un promedio de 7,5 millones de pesos por joven. Países con mercados laborales modernos e incluyentes, como Dinamarca, Suecia, Bélgica y Holanda, invierten al menos 1% del PIB en desarrollar políticas que promuevan el enganche laboral. Al lograr que la gente se emplee, se promueve la productividad y se estimula el consumo interno, ambas condiciones necesarias para el desarrollo sostenible de los países.
Sin embargo, adicional al objetivo de promover que los jóvenes del país logren adquirir experiencia laboral relevante, el programa tiene otra ambición: romper mitos y cambiar paradigmas de la cultura del mercado de trabajo. La iniciativa ‘40 Mil Primeros Empleos’ fue diseñada con este fin.
El impacto del programa será evaluado rigurosamente. Sin embargo, más allá de lograr poner sobre el mercado de trabajo a 40 mil jóvenes, y de los 300 mil millones de pesos invertidos en el 2015, la apuesta del Gobierno Nacional es cualitativa. El diseño técnico del programa incluye módulos de capacitación para el fortalecimiento de competencias transversales para el trabajo, y el desarrollo de figuras innovadoras como la del tutor que acompañará al joven en su primera experiencia laboral. Adicionalmente, cuando esta primera generación de los 40 mil jóvenes se haya graduado, el programa habrá dejado una capacidad instalada nueva tanto en el Servicio Público de Empleo como en las entidades territoriales y las empresas del país, para atender de la mejor manera la problemática de la transición entre educación y mercado de trabajo para los jóvenes.
Luis Ernesto Gómez
Viceministro de Empleo y Pensiones.