Daniel Molina, director general para Mercados Emergentes de América Latina para Kaspersky Lab advierte del asecho de los hackers y la necesidad de que quienes hacen transacciones y registran datos por Internet se blinden contra los delincuentes cibernéticos.
El directivo destaca el crecimiento de los virus o ‘cosas malas’ que detectan por día: de 200.000 a 350.000 entre el 2012 y el 2013.
Los usuarios y las empresas deben ser cautas y blindar todos sus dispositivos, desde celulares hasta tabletas para evitar el robo de datos e información privilegiada, dice el especialista.
Molina destaca la importancia del mercado colombiano para la multinacional.
¿Cómo le ha ido a la compañía en los mercados emergentes y en Colombia, en particular?
Demasiado bien. A nivel mundial, según IDC, Kaspersky tiene una participación de 7,8 por ciento. En América Latina, gozamos de un 17,8 por ciento. Y las participaciones aumentan. Nos va bien porque estamos cumpliendo las promesas que le hacemos a los clientes.
¿Cuáles son sus perspectivas?
Las perspectivas son de crecimiento. Para este año la meta es que sean cuatro o cinco veces el crecimiento del PIB de cada país.
¿Para Colombia hay alguna decisión de negocio durante este año?
Lo que estamos haciendo en Colombia es crecer el canal en la gama alta y también somos el canal que atiende pequeñas y microempresas.
¿Qué tanto de lo que ustedes ofrecen es para consumidor final y corporativo?
A nivel mundial es como 60 por ciento consumo y el resto corporativo. En América Latina es como 60 por ciento corporativo y los demás clientes de consumo. Estamos muy bien en consumo, el crecimiento que vemos ahora es en corporativo y en micro y pequeñas empresas.
¿Qué percepción tiene sobre la incidencia de ataques cibernéticos en Colombia?
Lo que empezamos a ver es ataques del exterior hacia Colombia. Anteriormente, Kaspersky veía muchos ataques de brasileño contra brasileño en temas de ataques a infraestructuras financieras. El año pasado empezamos a ver que empieza a atacar países de América Latina, donde hay economías estables.
Entonces Colombia ‘peca’ de tener una economía estable y como hay una infraestructura sólida y una cultura de banca en línea, y hay plata que se mueve, el país se vuelve un blanco interesante para hackers de Perú y de Brasil, que antes no habían atacado. Entonces Kaspersky empieza a ver herramientas diseñadas en castellano que apuntan a sacar los fondos, por ejemplo en la modalidad de micro robos, difíciles de percibir. Hemos visto que entre más entra la cultura de los teléfonos inteligentes, más transacciones hace el usuario y menos cultura de revisar su tarjeta de crédito. Eso causa que el usuario sea vulnerable. Hoy día, con las descargas de aplicaciones y con micropagos hasta por canciones una persona puede registrar transacciones que deja de revisar. Entonces el hacker se aprovecha de eso y empieza a atacar.
¿Y que pasa con los ‘hackers’ colombianos?
El nivel de troyanos bancarios de Brasil que se extienden a Colombia es de respeto. Son muy buenos en ser malos.
¿Cómo crece el fenómeno?
Vemos segmentación de tareas en el desarrollo de virus. Kaspersky, como centro de investigación y desarrollo, encuentra 350.000 cosas diarias que son malas. La gran mayoría de ellas no hacen ruido porque necesitan la red para captar los datos, y por eso es importante para ellos no impactar la máquina ni la red, ni ser identificados.
En el 2012 eran 200.000 cosas distintas y malas las que veíamos a diario.
¿Cómo blindarse?
Falta cultura de quien decide utilizar el teléfono para una transferencia bancaria o de quien hace transacciones por internet con un dispositivo, porque esos aparatos necesitan ser protegido.
Kaspersky ha encontrado ataques puntualmente contra móviles y lo grita a los cuatro vientos.
¿Qué herramientas existen?
Tenemos una solución que permite que la misma licencia se utilice en todos los dispositivos.
Constanza Gómez G.