Como alarmante podría catalogarse la cifra de personas desconectadas en el mundo. Se estima que 4,4 billones aún no cuentan con acceso a Internet, lo cual indica que, a pesar del avance en términos de conectividad que se ha dado a nivel global, todavía hay un camino pendiente por recorrer para lograr que sean más los que puedan gozar de los beneficios de las TIC, un compromiso que involucra a los Gobiernos, operadores, compañías TIC y los mismos usuarios.
Permanecer conectados se ha convertido en una necesidad y el uso de Internet en algo indispensable para el día a día, dada la manera en que hace más eficiente nuestras actividades laborales y la disponibilidad de información que nos permite mantenernos actualizados con solo un clic.
De igual modo, las brechas en temas de educación, salud e incluso actividades económicas se han disminuido gracias al uso de tecnología.
Alrededor de tres de cada cinco personas en el mundo no están conectadas, siendo África uno de los continentes que presenta una alta tasa de desconexión, pues según la ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones, por sus siglas en español), el 84 por ciento de su población no cuenta con acceso a Internet y otras tecnologías.
Si bien la brecha digital se ha reducido, con 2,7 billones de personas conectadas, aún existe una gran proporción de la población mundial que no se ve beneficiada por los avances de la ‘era digital’, hecho que limita sus oportunidades laborales, crecimiento profesional, cercanía con los seres queridos, acceso a teletrabajo y telemedicina, entre otras ventajas.
Pero, ¿a qué se debe que más del 60 por ciento de la población esté desconectada? ¿Por qué en algunas zonas se acentúa este fenómeno? ¿Qué razones de peso hay detrás de este resultado?
La primera razón tiene que ver con las zonas de difícil acceso. Es decir, áreas rurales y regiones que, por su condición climática y geográfica, no cuentan con condiciones para lograr una cobertura tecnológica óptima.
Lo segundo está relacionado con los altos costos de entrada y de acceso. Así haya Internet disponible, este es un punto que sigue pesando, pues las personas consideran que los planes de banda ancha son muy costosos.
En ese sentido, un informe de la ONU asegura que el precio más cómodo para este servicio sería el equivalente al 5 por ciento del ingreso per cápita.
Sin embargo, en una escala global, estamos todavía muy lejos, pues las tarifas de acceso a Internet en 30 países superan 50 por ciento de los ingresos locales per cápita.
El tercer punto pone en evidencia la brecha en las habilidades. Debido a factores como el analfabetismo (que representa cerca de un tercio de África en población adulta), las limitaciones físicas (mala visión o problemas motores) o una renuencia a entender los iconos, hay un menor acceso a Internet, pues no hay una capacitación personalizada para utilizar la herramienta y los terminales: celulares, computadores, tabletas.
Finalmente, en cuarto lugar, está lo relacionado con la falta de relevancia. Esto hace referencia a la falta de interés de las personas por estar conectadas. En Estados Unidos, el Centro de Investigación PEW descubrió que el 48 por ciento de los desconectados considera que no necesitan de la tecnología.
UNA OPORTUNIDAD
Más que ver esto en contra, vemos una oportunidad para los oferentes de estos servicios, de volver la tecnología indispensable, personalizándola de acuerdo con las necesidades de cada público, bien sea con herramientas de ocio, contenido de interés para los usuarios, aplicaciones para los servicios de uso diario, o cursos de capacitación online.
A nivel global y a pesar de las barreras, hay una proyección ambiciosa de personas conectadas. Según la GSMA se pronostica que Latinoamérica tendrá alrededor de 750 millones de conexiones en 2015 con una penetración promedio de 122 por ciento.
Sin duda, en este proceso la masificación de la banda ancha, especialmente con 4G LTE, tendrá una participación invaluable en países como Colombia, en donde se ha venido presentando un incremento en la utilización del servicio de Internet Móvil sobre redes de 3G y 4G, con 487.376 nuevos suscriptores en los últimos tres meses, según el MinTIC.
Con todo lo que tiene esta nueva red en velocidad, pero también servicios móviles, aplicaciones y demás, es posible percibir mejoras en la comunicación que antes no podía pensarse con los medios fijos.
Esto es una noticia muy positiva para reducir la brecha de acceso a Internet y Colombia sigue la dirección correcta.
Según el informe trimestral de las TIC del primer trimestre del 2014, publicado por el MinTIC, el país llegó a 8,8 millones de conexiones a Internet de banda ancha.
Esto representa cuatro veces más que en el 2010, cuando había 2,2 millones y el 98 por ciento de los suscriptores a Internet fijo dedicado cuenta con accesos a banda ancha.
Aquí se destaca todo el esfuerzo en materia de tecnología que ha hecho el Gobierno, no solo con la subasta de la nueva red, sino visitando y capacitando a los niños, jóvenes y adultos en escuelas, población rural y vulnerable, para darles a conocer que desde el lugar más recóndito, pueden enterarse de qué está pasando en todo el mundo y sobre todo, pueden tocar puertas para mejorar sus condiciones de vida.
Cui Wei
Gerente General de Huawei en Colombia