Decir que una sanción por competencia desleal destruye un sector no es correcto, cuando lo que sucede es que las sanciones son para abrir los mercados y proteger a los consumidores, así lo señaló Carlos Mena Labarthe, titular de la Comisión Federal de Competencia Económica de México (Cofece).
El funcionario está de visita en país porque asiste al Cartel Workshop de (ICN) International Competition Network, evento que reúne en Cartagena a más de 100 representantes de la autoridad de competencia de 92 países. Mena habló con Portafolio sobre los temas de industria y libre competencia.
¿Cuál es la importancia de la libre competencia en México?
Es muy importante para hacer funcionar la economía de mercado, y para eso se necesita regulación que haga cumplir estos beneficios para los consumidores.
¿Qué piensa de los carteles empresariales y cómo los combate su país?
Los carteles empresariales son la peor práctica que puede haber en una economía de mercado. Es la forma como competidores se ponen de acuerdo para evitar la competencia y hacer que funcione un mercado con beneficios de monopolio para ellos y en perjuicio, sobre todo, de los consumidores. En nuestro caso, hemos detectado carteles donde nos hacen pagar a los consumidores este grupo de empresas hasta un 70% más del precio que hubiera habido en un entorno de competencia y eso genera, obviamente un daño enorme a los consumidores y a la economía en general.
¿Cómo los han combatido en México?
México primero tenía multas con un tope máximo reflejadas en una suma de dinero, y esto se comprobó que no era suficiente. Entonces hemos venido reformando la ley para tener un sistema de sanciones que puede alcanzar hasta el 10% de sus ingresos. Y luego para los individuos pueden ser hasta de inhabilitación por 5 años para fungir como funcionarios de una empresa y, por otro lado, hasta 10 años de cárcel.
¿En los últimos años, cuáles han sido los casos más significativos de carteles que se han presentado en México?
Yo diría que hemos tenido casos importantes en el sector transporte, en profesiones, y casos muy importantes en bienes básicos. Recientemente sancionamos un cartel de empresas que producen pollo que se habían puesto de acuerdo en su precio. Tenemos también una sanción muy reciente para un cartel internacional que tenía que ver con compresores herméticos, que es un tema muy importante en nuestro país dada la manufactura que hay de automóviles y de otro tipo de bienes que utilizan estos insumos. Ha habido sanciones para farmacéuticas por haber coludido para venderle de manera coordinada al Gobierno y venderle más caro las medicinas que compran.
En Colombia se puso recientemente una sanción de poco más de $320 mil millones a 15 empresas del sector azucarero. ¿Ese es un monto exagerado?
Por sí solo, no me parece un monto exagerado. Tenemos que ver las condiciones en las que se impuso esa sanción, pero hay sanciones por temas de competencia que pueden ir hasta los 1.000 millones de dólares o 1.000 millones de euros, las cuales se han impuesto en otros países. Todo tiene que ver con las particularidades del caso.
El debate en Colombia también se ha dado por presión de representantes de la política. ¿Cómo se hace para lidiar con esas presiones?
Yo creo que los políticos deben entender que la libre competencia debe ser una política de Estado, porque al final, que haya libre competencia nos beneficia a todos y hace a los mercados más eficientes. Entonces, si queremos una economía de mercado creo que no podemos estar escogiendo ganadores y perdedores, debemos tratar a todos por igual y tener las mismas reglas, y cuando alguien participa en un acuerdo, como este de cartel, sancionarlo enérgicamente, sea quien sea.
Amenazar con que se van a acabar los empleos, ¿qué opinión le merece?
Yo creo que es al revés. Yo creo que la competencia genera más empleos, genera beneficios para toda la economía, la hace a más eficiente, y en la medida en que los participantes de una economía se cartelizan, o han participado en un acuerdo y han evitado la competencia entre ellos, deben tener una sanción y la sanción debe ser adecuada, no solo para desincentivar la conducta sino incluso para reponer el daño causado a los consumidores. No debe haber una intervención por razones de empleo u otro tipo.
¿Qué mensaje cree usted pertinente para la Superintendencia de Industria y Comercio en esta coyuntura?
Yo creo que la Superintendencia de Industria y Comercio está comprometida con la defensa de la libre competencia. Es una agencia que se ha profesionalizado mucho, que ha avanzado mucho y que desde el ámbito internacional la vemos como un caso de éxito.
Yo creo que la sociedad colombiana debe apoyar este esfuerzo porque es en beneficio de todos. Todos los que viven en este país se van a beneficiar de que haya una política de competencia que funcione y sancione de manera muy enérgica a quienes no se someten a las reglas de juego.