Uno de los principales retos que tenemos al hacer una intervención en público sea grande o pequeño el número de participantes, es el manejo de nuestras emociones, el miedo que sentimos en forma de cosquilleo que es conocido como Glosofobia https://en.wikipedia.por/wiki/Glossophobia.
Según Cheryl Hamilton, profesora en comunicación Tarrant Country Collegue, en su libro ''Communicating for results'' el 95% de la población sufre de ansiedad en mayor o menor grado cuando tiene que dirigirse a un grupo de personas. Esto puede afectar tu capacidad de comunicar lo que deseas, además mostrarte como una persona insegura y hasta desconocedora del tema que estas tratando.
Hace algunos días, tuve una conversación con un VP de una empresa canadiense, un ejecutivo con mucho conocimiento en su área y todas las Hard and Soft Skills necesarias para su gestión. Por sus nuevas responsabilidades, el número de personas con las que debe interactuar ahora es mucho mayor. En esa conversación, él me dijo: "unos minutos antes de mi presentación, tengo una sensación muy incómoda y esto no me había pasado antes. Esa sensación la siento en el estómago y una vez que empiezo a hablar desaparece. El asunto es que me gustaría saber, ¿cómo hacer para estar más tranquilo antes de mis intervenciones?".
Eso me hizo recordar algunos casos similares de mis clientes, que me hablan de sensaciones raras que tienen justo antes de una intervención.
Para unos es en el pecho, para otros, es en las piernas, etc. Recuerdo a un ejecutivo que me decía: "las manos se me dormían antes de la presentación y el susto era mayor porque en esos momentos pensaba que esos síntomas podían ser de un pre infarto". ¿Se imaginan la presión que sentía? Pues bien; motivada por esta inquietud, comparto con ustedes varias distinciones y recomendaciones para quienes quieran trabajar en este tema y así lograr que esas emociones y sensaciones se minimicen o en el mejor de los casos desaparezcan.
1.” La responsabilidad = Compromiso” Lo primero que debes saber, es que el hecho de que tengas esa sensación o emoción antes de hablarle a una audiencia que es importante para ti, es porque eres una persona responsable; cuyo compromiso con tu organización y profesión te hace preocuparte por los resultados de tu intervención. Esa responsabilidad de la mano con la emoción bien manejada, son las que harán de ti un excelente orador sin importar el número de personas que estén en tu auditorio.
2. La autoconciencia = A darse cuenta: es importante que trabajes en tu autoconciencia (Mindfulness), esto quiere decir que revises cuál es la emoción que tienes realmente antes de hablar: ¿es miedo?, ¿es ansiedad?.
A veces no sabemos que sentimos y en consecuencia no podemos gestionar nuestra emoción. También revisa que hay detrás de esa emoción, qué es lo que realmente te preocupa, hazte las siguientes preguntas que te pueden ayudar a aclarar el tema: ¿Qué quiero lograr realmente? ¿Qué me preocupa de esto? ¿A qué le temo? ¿Qué quiero evitar?. Esta información puede resultarte valiosa para los puntos que vienen a continuación.
3. Las lecciones exitosas hay que repetirlas: revisa las lecciones exitosas de tu pasado, donde hayas hecho una intervención y haya salido muy bien. Pregúntate: ¿Qué hiciste específicamente? ¿Cuál crees que fue la mejor estrategia? ¿Qué te funcionó hacer para que saliera de esa manera? ¿Qué plan seguiste? ¿Cómo lo estructuraste? ¿Cuáles fueron los recursos internos que utilizaste? (Ejemplo de recurso interno: estabas muy seguro de lo que ibas a hablar, estabas tranquilo, estabas muy optimista acerca del resultado de la intervención). Haz una lista de esos recursos y decide cuales vas a repetir o a utilizar siempre en tus intervenciones.
4. Conecta para influir: una de las cosas que más nos preocupa, es no lograr mantener a los interlocutores conectados e interesados en el tema que vamos a tratar. Para esto recomiendo que prepares tu presentación, no solo en cuanto a conocimientos técnicos sino también estrategias de conexión con tu público, que te ayuden a crear sintonía con cada uno y a tenerlos atentos en el tema que estás tratando. Por ejemplo: estrategias enfocadas a los diferentes canales de comunicación (programación neurolingüística).
http://nueva.ilenedaza.com/index.php/programacion-neurolinguistica
Para tu público visual: haz una presentación dinámica, utiliza más imágenes que palabras y si vas a escribir texto que sea en forma de bullets o frases cortas que resuman lo que quieres decir. Para los auditivos, ten tu speech claro, concreto y bien estructurado. Y para los quinestésicos, haz ejercicios prácticos si aplica y si no, háblales de las acciones y resultados que el proyecto tendrá. Esto te dará mayor seguridad.
5. Lo que quieres proyectar = Lo que perciben: pregúntate qué quieres proyectar con esa intervención y cuida detalles de tu imagen profesional, personal, verbal y física. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13231384 . Cuida que estén alineadas con tus objetivos y que vayan en coherencia con ellos. Para esto, te recomiendo hacer una lista de eso que quieres que se quede en la mente de tus interlocutores. Por ejemplo: quiero verme serio y profesional (ese es tu objetivo) ¿Qué tienes que hacer para que sea así? ¿Cómo debe ser tu presentación personal? ¿Qué lenguaje debes utilizar?
6. Un plan siempre es tu mejor aliado: cuando tenemos todos los puntos cubiertos nos sentimos más tranquilos. Ten un Power Planning de tus intervenciones, uno que sea el plan base y que vayas adecuando de acuerdo con tus necesidades o a los diferentes entornos. Ten como mínimo 5 puntos importantes que siempre hagas, algunos pueden ser:
1. Preparo la presentación.
2. Preparo las estrategias de comunicación.
3. Reviso quiénes van a ser mis interlocutores etc.
Improvisar es una habilidad destacable para los que la tienen como fortaleza, si no es tu caso, no te arriesgues a no planear y si la tienes, igual cuida los detalles que consideres clave en tu intervención.
7. Pensamiento Vs Realidad: haz tu presentación para ti mismo de principio a fin, verbalízala, mínimo dos veces y si puedes tres veces, aun mejor. Nuestro cerebro no distingue el pensamiento de la realidad y cuando lo estés haciendo él va a creer que ya esta pasando, así, cuando estés frente a tu audiencia tu cerebro va a recordar esa experiencia como ya vivida y te ayudará a hacerla más fácilmente.
8. Crea tu estado emocional ideal: antes de la presentación haz algo que te guste, como escuchar tu canción favorita, llamar a una persona que te divierta, verte un video gracioso, comerte un chocolate (Uno…). Cuando hacemos algo que nos gusta, nuestro cerebro produce una sustancia llamada dopamina (la misma que segregamos cuando estamos enamorados o hacemos ejercicio) y esto nos hace estar en un estado de alto desempeño.
9. Relájate y conéctate: si te gusta orar o meditar, hazlo unos minutos antes de hacer tu presentación; respira varias veces despacio y muy consciente de las inhalaciones y exhalaciones, hazlo con el estómago. Para profundizar en técnicas de respiración te recomiendo leer artículos relacionados o ver vídeos en YouTube sobre como se debe respirar correctamente para lograr relajarte.
10. Revisión constante y consiente: por último después de tu intervención, haz un review de la misma. ¿Cómo percibiste al público? ¿Qué piensas que funcionó? ¿Qué no funcionó? ¿Qué vas a hacer diferente la próxima vez?. Estar en constante conciencia de lo que haces, analizar tus acciones y gestionarlas cada vez mejor, va a hacer que logres estar más tranquilo, que puedas minimizar esas sensaciones y emociones incómodas y finalmente te va a llevar a tu estado deseado: ¡Hacer intervenciones exitosas!
Ilene Daza
Formadora Empresarial