Nuestra profesión ha perdido gran parte del respeto público que una vez tuvo. Los efectos de la crisis financiera global han durado mucho más tiempo de lo previsto, y la confianza de los inversores en los mercados financieros se mantiene en bajos niveles.
Casos como la acumulación de US$2.000 millones en pérdidas por el JP Morgan, el impacto de la oferta pública inicial de Facebook, los escándalos en torno a Madoff y Stanford, la investigación de fraude contra el Banco Panamericano de Brasil y el escándalo contable de la empresa chilena La Polar, son ejemplos de lo que no hay que hacer para cultivar la confianza de clientes, reguladores y el público general. Quienes nos dedicamos a realizar inversiones estamos en una encrucijada que nos obliga a realizar un acto de contrición: llegó la hora de asumir la responsabilidad personal y actuar para llevar la industria a otro nivel.
La triste realidad es que la gente no confía en los servicios financieros, como se reflejó en la reciente medición del Barómetro de Confianza de Edelman.
No es, en vano, la ‘toma’ de Wall Street que tuvo lugar el año pasado por parte de activistas, quienes se cansaron de la sensación de que solo unos cuantos son los responsables.
Los miembros de CFA Institute compartimos este sentimiento. Mientras que el 90 por ciento coincide en que ha disminuido la confianza de los inversionistas hacia el sector financiero, la mayoría siente frustración frente a los titulares relativos al abuso de información privilegiada, los fondos de inversión quebrados, los esquemas Ponzi y las firmas de corretaje que pierden los recursos de sus clientes.
Los profesionales están cansados de explicar que sus empresas son diferentes a aquellas que hacen noticia. Igualmente, les preocupa que la regulación diseñada para ponerle freno a los desmanes afecte sus resultados como asesores de inversión.
¿Cuál es la raíz de estos problemas?
La ausencia de autocontrol. Cuando una industria pierde la credibilidad, sus profesionales se hunden con el barco. Por eso, hoy extiendo esta invitación para que aportemos nuestro grano de arena para restaurar la confianza.
El CFA Institute desarrolló ‘La lista de integridad’ con 50 recomendaciones para recuperar la confianza en la industria. A continuación, comparto las 10 principales acciones:
* Comprometerse a seguir el Código Ético y las Normas de Conducta Profesional de CFA Institute.
* Capacitación para la toma de decisiones éticas para profesionales y empresas.
* Priorizar los intereses del cliente.
* Informar y reprochar comportamientos antiéticos.
* Recomendar productos ‘transparentes’ en informar ganancias, costos y riesgos.
* Ayudar a los clientes a enfocarse en el riesgo, además del desempeño.
* Divulgar los logros educativos y las oportunidades de mejorar la capacitación profesional.
* Promover modelos de negocio libres de conflictos.
* Apoyar una regulación que proteja al inversionista.
* Actuar con integridad las 24 horas del día, los siete días de la semana.
El futuro del sector inversionista exige que todos asumamos parte de la responsabilidad en la recuperación de la confianza.
Por eso, en la pasada reunión anual de miembros del CFA Institute asumimos algunos compromisos: primero, seremos más activos en la defensa de la ética profesional.
Los miembros de CFA Institute, tradicionalmente, se han adherido a un código de ética robusto, pero como la coyuntura exige, abogaremos por la formación ética en las empresas; por prohibir la venta o el uso de productos o prácticas que no estén alineados con los intereses del cliente. Lo previsible es que los verdaderos gestores del cambio sean las nuevas generaciones de profesionales de inversión.
En segundo lugar, nos centraremos en las actividades financieras que redunden en desarrollo económico y social.
En el ambiente actual de desconfianza, buscamos identificarnos con el público, pues nuestras empresas solo prosperarán si ofrecemos servicios que realmente ayuden a los clientes.
Por último, compartiremos nuestro conocimiento, habilidades y conductas más allá del campo de las finanzas.
Proyectaremos nuestro liderazgo. Seremos guía e inspiración de colegas, compañeros, reguladores, clientes y proveedores.
Reconocemos que, en nosotros, recae parte de la responsabilidad de salvar al sector de la inversión de la crisis, y en particular, a aquellos con más experiencia, altos estándares éticos y profesionales. El futuro depende de nosotros.
John Rogers
Presidente y CEO de CFA Institute.