No pasó desapercibido el comunicado emitido por el Fondo Monetario Internacional, según el cual la académica de origen indio y actual profesora de la Universidad de Harvard, Gita Gopinath, fue designada como economista jefe del organismo multilateral. El nombramiento sucedió menos de seis meses después de que el Banco Mundial escogiera a la griega Pinelopi Koujianou Goldberg –por ese entonces vinculada a la Universidad de Yale– para un cargo equivalente.
Que por primera vez en la historia las llamadas instituciones de Bretton Woods tengan en una posición clave a mujeres, es una muestra más de que la paridad de géneros avanza. Los artículos de prensa también han señalado que en la Ocde está Laurence Boone, aunque para ser justos, la especialista francesa reemplazó a Catherine Mann, de manera que aquí no tuvo lugar un cambio de senda. En la práctica, hay un triunvirato femenino que ayudará a definir el rumbo de la investigación y las políticas económicas en buena parte del planeta.
Tras el arribo de Christine Lagarde a la gerencia del FMI, podría decirse que se rompió un techo de cristal, pero en este caso lo más destacable es que el bagaje técnico acabó siendo determinante en cada escogencia. Si las cosas siguen así, es de imaginar que con el paso del tiempo, muchas más llegarán a acompañar a Elinor Ostrom, hasta ahora la única poseedora de un Premio Nobel en economía.
No menos importante es que el avance profesional señalado varíe las proporciones entre los estudiantes que desean optar por un título de economista. En Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña, tan solo una tercera parte de los alumnos en los departamentos y facultades de Economía son mujeres.
En Colombia se dan pasos alentadores. El gabinete paritario de Iván Duque es una muestra de que el país avanza, en lo que se refiere a la composición del alto Gobierno. Debido a ello, es factible creer que el día en que se posesione una Ministra de Hacienda también llegará, ojalá más temprano que tarde.