No fue poco el despliegue que los medios le dieron a la noticia, según la cual la llegada de turistas a Colombia creció 46 por ciento en el primer semestre del 2017, alcanzando una cifra sin precedentes de 2,92 millones de visitantes. Bajo esa óptica, parece factible alcanzar la meta oficial de seis millones de personas, fijada para el próximo año.
Lo sucedido, sin duda, refleja el profundo cambio que se ha dado en las preferencias de un grupo cada vez más grande de individuos que incluyen al país entre sus destinos preferidos. Los venidos de afuera son fáciles de encontrar no solo en los lugares más comunes que identifican las guías, sino incluso en poblaciones apartadas que antes parecían estar vedadas a la llegada de gente foránea.
Las explicaciones para justificar el auge son varias. El factor de seguridad es un elemento clave, lo cual se combina con una amplia oferta que comprende bellezas naturales, diversidad cultural, climas para todos los gustos y precios relativamente asequibles. Son incontables ya los artículos de prensa que destacan las bondades de ir a la Costa Atlántico, al Eje Cafetero, a las principales capitales, entre otros sitios.
A pesar de ello, vale la pena examinar las estadísticas para no confundir fenómenos que pueden llegar a magnificar el que, indiscutiblemente, es un éxito notable. En concreto, todo apunta a que la crisis de Venezuela y el diferencial cambiario con Ecuador, han disparado los cruces transfronterizos. De acuerdo con el cálculo oficial, entre enero y junio entraron 966.918 personas por tierra, 192 por ciento más que en igual periodo del 2016.
El debate sobre si alguien que viene a adquirir artículos de primera necesidad o un electrodoméstico es considerado un turista, está abierto. Los más ortodoxos preferirían que en las cuentas solo se incluyan a aquellos viajeros que pasan más de una pocas horas en el territorio, lo cual excluiría, de paso, a los más de 200.000 individuos que desembarcaron de un crucero.
Cuando se adopta la óptica más estrecha –la de los visitantes extranjeros puros–, la cantidad baja a 1,42 millones de personas. Dicho número, por cierto, muestra un alza del 20 por ciento, que es destacable. Y tal vez sea el que, al final de cuentas, más le interesa al sector turístico.
brújula
Visitantes de todo tipo
No fue poco el despliegue que los medios le dieron a la noticia, según la cual la llegada de turistas creció 46 por ciento en el primer semestre.
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Ricardo Ávila
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