Los analistas esperaban que el ritmo de la inflación descendiera en marzo, pero nadie creía que el frenazo fuera de la magnitud reportada por el Dane el jueves de la semana que termina. Según la entidad, el alza en el Índice de Precios al Consumidor el mes pasado fue de 0,24 por ciento, cerca de 15 décimas menos de lo que calculaban los expertos.
Como consecuencia, el incremento en la canasta familiar va en el 3,14 por ciento anual, muy cerca del punto medio del rango fijado como meta de largo plazo por el Banco de la República. Cuando se tiene en cuenta que en julio del 2016 la carestía iba en el 9 por ciento anual, no hay duda de que lograr que esta haya vuelto a su cauce en un periodo relativamente corto es un éxito destacable de la política económica.
En la presente oportunidad, la corrección se explica por varios factores. El principal es que los alimentos han subido poco –menos del 1 por ciento en los últimos 12 meses–, lo cual no hace felices a los agricultores, pero ayuda a que el poder adquisitivo de los hogares colombianos aumente de forma significativa.
Más revelador tal vez es que cuando se excluye la comida de la lista, los demás grupos de gasto muestran tendencia hacia un menor crecimiento. Todavía hay líos con el segmento de los regulados –que comprende las tarifas de servicios públicos–, pero incluso aquí las señales de alerta han disminuido su intensidad.
Por otra parte, la revaluación del peso le ayuda al renglón de los llamados transables: artículos importados o aquellos que compiten con bienes traídos del exterior. Es este caso los aumentos también son moderados: 1,8 por ciento anual, cuando por la misma época del 2017 el guarismo era 5,6 por ciento.
Todos esos elementos permiten anticipar que, en su próxima reunión, el Emisor debería autorizar un nuevo recorte en la tasa de interés que les cobra a las entidades de crédito por darles liquidez temporal. Para una economía que todavía anda a paso lento y que necesita nuevos estímulos a ver si las cosas mejoran, esa es una buena noticia, pues ahora tiene un problema menos.