Aun cuando quedan pocas hojas en el calendario, todavía es posible hacer pronósticos para el año que se acaba. Los especialistas señalan, por ejemplo, que es prácticamente segura la apuesta según la cual, en un par de días, el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos aumentará la tasa de interés que les cobra a las entidades financieras por darles liquidez temporal.
La razón fundamental es que la economía norteamericana anda a un ritmo aceptable, cercano al 3 por ciento anual. Aunque la cifra no es para hacer ferias y fiestas, la dinámica es suficiente a la hora de disminuir el desempleo, que se encuentra en 4,6 por ciento.
Dicho guarismo es el más bajo en nueve años, con lo cual podría decirse que las heridas que se abrieron en la crisis del 2008 se cerraron, al menos en lo laboral. Según lo señala la ortodoxia, es aconsejable que el Emisor estadounidense empiece a aplicar los frenos, con el fin de evitarse problemas en el futuro.
En lo que no hay acuerdo, sin embargo, es en el tamaño del incremento, que oscilaría entre un cuarto y medio punto porcentual. Aun en el caso más extremo, la tasa de interés apenas llegaría a un techo del 1 por ciento anual, que es baja, en términos históricos.
El problema es que así parezca menor, el apretón alteraría las condiciones en las que se ha movido el mundo desde hace años. Acabar con la época del dinero barato puede generar trastornos en decenas de países y miles de empresas que aprovecharon para endeudarse a un costo bajo, pero que ahora se enfrentarán a condiciones distintas.
Como si lo anterior fuera poco, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca hace más apetitosas las inversiones en activos de Estados Unidos. La creencia entre los analistas es que las políticas anunciadas por el Presidente electo deberían aumentar el ritmo de la producción interna, por cuenta de programas como el de desarrollo de la infraestructura.
Semejante perspectiva explica el fortalecimiento del dólar después de las elecciones del mes pasado. Pero si la Reserva Federal da una vuelta de tuerca, que sorprenda a los mercados, podría llegar una nueva ola de valorizaciones del billete verde, para la cual es mejor estar preparados. Colombia, que no será ajena a esos vaivenes, necesita mantener la guardia arriba para minimizar consecuencias indeseables.
Ricardo Ávila Pinto
ricavi@portafolio.co
@ravilapinto
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Un apretón inminente
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca hace más apetitosas las inversiones en activos de Estados Unidos.
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Ricardo Ávila
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