Colombia está viviendo una transformación sin precedentes. Una guerra de más de medio siglo esta pronta a terminar. Este contexto trae al país grandes retos en muchos aspectos públicos. La seguridad social, la educación, la justicia y la economía son algunos de ellos.
La economía, particularmente, tiene que adaptarse rápidamente a este nuevo panorama nacional. Sectores como el agroindustrial y el turístico van a recibir grandes impulsos en el tiempo por venir. En el primero, debido a la posibilidad de hacer inversiones de mayor plazo en la tierra colombiana, que antes no se podían llevar a cabo por la dificultad por parte del Estado para proteger los derechos de propiedad de los campesinos del país.
Estas inversiones de mayor plazo traen grandes retornos, tanto para aquellos que trabajan la tierra, como para la nación. Por otro lado, para el sector turístico, la población de mayores recursos del mundo ahora va a tener menos miedo de visitar a Colombia, haciendo de este y de sus maravillas naturales un destino atractivo para el mundo.
Ambos sectores ofrecen apoyo a poblaciones afectadas por el conflicto. Por ejemplo, en el caso de los desplazados, el Gobierno puede crear programas para que estas personas retornen a sus tierras y, bajo asesorías técnicas, se embarquen en proyectos productivos en los ramos ya mencionados. Los recursos no deberían ser regalos ni subsidios, sino que se debe promover la competitividad y productividad para entrar de manera eficiente en mercados internacionales.
El objetivo de aportar estos recursos a las personas afectadas por el conflicto no es entrar en una perpetuidad de subsidios, o hacer un Estado paternalista, sino crear posibilidades para que las personas generen sus propios recursos. Es por esto que el Estado, además de proveer los medios iniciales a estas personas, igualmente se debe encargar de suministrar asesorías técnicas.
Además de las inversiones nacionales que el país puede hacer en estos sectores, estos también tienen el potencial de atraer capital extranjero, debido a su posibilidad de retornos económicos en el largo plazo. Estas posibles inversiones podrían traer todavía más crecimiento del ya generado por la inversión local, y de esta manera generar un círculo virtuoso de creacción de recursos, know-how, empleo e inversión.
En conclusión, existen muchas formas de abordar el tema económico en la coyuntura del país. Si se manejan de forma adecuada, los sectores ya mencionados van a generar grandes retornos y beneficios para Colombia.
Esto depende de la voluntad política y económica del gobierno para promover y asistir técnicamente a aquellos que quieran crear empresa en estos ramos. De igual forma, estos renglones económicos ayudan a que poblaciones vulnerables y víctimas de la guerra (como los desplazados) puedan mejorar su situación económica.
Ricardo Rojas Parra
Economista - Profesor universitario
riropa@gmail.com
columnista
Economía y posconflicto
No se trata de hacer un Estado paternalista, sino de crear posibilidades para que las personas generen sus propios recursos.
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Ricardo Rojas Parra
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