Ayer se realizó un seminario académico para celebrar los 95 años de la Misión Kemmerer en Colombia, con participación del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y del presidente, Juan Manuel Santos, quién estuvo a cargo de la clausura.
El profesor universitario Michael Bordo, de la Universidad de Rutgers, de Estados Unidos, adelantó una interesante perspectiva histórica de lo que han sido los esfuerzos internacionales por lograr una estabilidad financiera y monetaria, al tiempo que el Gerente del Banco de la República, el Contralor General y el Superintendente Financiero hicieron reflexiones sobre las tres instituciones creadas como resultado de las recomendaciones de dicha misión. También se adelantó un panel con expertos colombianos sobre los actuales retos del sector monetario, financiero y fiscal.
Sobre la Misión Kemmerer, cabe recordar que esta se convocó en cumplimiento de la Ley 60 de 1922, durante el gobierno del presidente Pedro Nel Ospina, quién contrató los servicios de una misión de técnicos norteamericanos en asuntos económicos y financieros. Estuvo presidida por Edwin Kemmerer, entonces profesor de la Universidad de Princeton.
La Misión llegó a Bogotá el 10 de marzo de 1923 y solo dos meses después ya había preparado diez proyectos de ley, de los cuales ocho se convirtieron en leyes. Estas fueron la Ley 25 que establecía el estatuto de Banco de la República; la Ley 45 que reglamentaba los bancos y organizaba la Superintendencia Bancaria; la Ley 46 sobre títulos negociables; la Ley 20 sobre papel sellado y timbre nacional; la Ley 42 que creaba la Contraloría General; la 34 sobre formación del presupuesto nacional; la 31 que fijaba el número y nomenclatura de los ministerios y la 36 sobre la administración y recaudo de rentas nacionales.
El Banco de la República fue el segundo banco central de América Latina, después del de Perú, establecido en 1922. A Colombia le siguieron Nicaragua y Uruguay, en 1924; México en 1925 y Chile en 1926.
De acuerdo con la Ley 25 de 1923, el Banco tendría un carácter semipúblico y sería un establecimiento de emisión, giro, depósito y descuento. Estaba autorizado para hacer préstamos y descuentos a los bancos accionistas, recibir depósitos y hacer operaciones sobre letras de cambio. Con el público podía comprar y vender giros, y oro amonedado o en barra. Con las entidades públicas, el Banco podría servir de depositario de los fondos del Gobierno Nacional y agente fiscal.
El año 1923 también fue importante para la organización del sector financiero de Colombia, ya que, por recomendación de la Misión Kemmerer, se creó la Superintendencia Bancaria mediante la Ley 45. Sin embargo, a pesar de su mandato sobre la vigilancia de las compañías de seguros, fue la Ley 68 de 1924 la que atribuyó a la Superbancaria la inspección de las firmas de seguros.
La Ley 42 de 1923 sobre reorganización de la contabilidad oficial y creación del Departamento de Contraloría dispuso en su Artículo 1 la creación “como servicio nacional administrativo el Departamento de Contraloría, el cual será independiente de los demás departamentos administrativos. El Gobierno dictará en cada caso los decretos reglamentarios pertinentes”. La Contraloría General de la República, entonces llamada Departamento de Contraloría, comenzó a funcionar el 1 de septiembre de 1923.